DESTINO O CASUALIDAD "BAKUTODO"

CAPITULO 1: CASUALIDAD

Tras el festival deportivo: Shoto sentía que debía cambiar su vida y tomar otro rumbo, comenzó a visitar a su madre, trató de comprender a su padre y decidió enterrar toda la rabia que había estado guardando por años. Ahora tan solo busca ser un buen héroe siguiendo su propio camino.

Entre tanto Endeavor quien desde siempre había sufrido las exigencias y responsabilidades de ser un alfa, al contrario de All migth quien tenía un talento innato,  descargaba toda esa frustración con su familia.

—¿Por que Endeavor no es el número uno si es un alfa?

—Es bueno, pero nada especial, ya vimos que nunca le ganará al símbolo de la paz.

—Detiene criminales pero es tan egocéntrico, seguro sus hijos son iguales.

—¿No sabes? Su hijo menor es un simple beta. Y quedó en segundo lugar en el festival deportivo de la U.A.

—Jajajajajaja de tal palo tal astilla. Ese chico seguirá los pasos de su padre, hasta lástima me da.

Comentarios como esos se escuchan desde mucho antes de que Shoto naciera, por el bien de todos, no pasaban de ser solo eso, comentarios vacíos.

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—¡¿Cómo pudiste perder contra ese chico alfa?! ¿No ibas a demostrarme que podías ser el mejor solo con tu hielo?

Endeavor estaba indignado, sus planes habían fallado, quería demostrarle al mundo que su hijo sin ser alfa lograría alcanzar la sima. En el fondo odiaba a los alfas siendo él uno de ellos, odiaba como siempre eran vistos como perfectos, como seres increíbles, aunque al final solo eran humanos normales con unas expectativas a cumplir muy altas.

—Eso a cambiado, ya no quiero demostrarte nada, ahora solo quiero enmendar mis errores y aceptar todo lo que soy —Shoto ya estaba arto de las discusiones.

—¿Que es esa manera tan mediocre de pensar? Eras rebelde pero por lo menos tenías agallas. ¡Ahora me doy cuenta de que cometí un error! ¡Si vas a seguir pensando así mejor vete! ¡No quiero ver cómo todo mi esfuerzo se va a la basura! —De entre sus cosas sacó una tarjeta de crédito —Toma, has lo que quieras pero no vuelvas a pisar esta casa, ya no eres bienvenido, me das vergüenza.

Dicho lo último, se dio la vuelta y salió de la casa junto a un asistente que ya tenía preparado el transporte.

Shoto vio como su padre lo tiraba a la calle, pero no le sorprendió en lo más mínimo, sin embargo eso no quita lo difícil que fue escucharlo en vivo y en directo.

"Vaya... será muy difícil seguir. No sé a dónde ir y no conozco o sé de algún lugar donde pueda quedarme"

Apretó muy fuerte la tarjeta y la dejo sobre una mesa con una nota (Vendré los sábados por la tarde) decía. Puesto que ahí también vivían sus hermanos no podía irse sin más, aunque quisiera.
Subió a su habitación y agarró sus cosas, salio con un maletín y ropa hasta el cuello por si tocaba dormir en la intemperie y un poco de dinero que había ahorrado.

Su primer plan fue ir a la U.A. pero ahí no lo ayudarían como el quería, seguramente llamarían a su padre y eso solo empeoraría las cosas, también pensó en hospedarse en algún hotel barato, pero sería muy peligroso.
Justo en ese momento recordó la tarjeta que había dejado en su casa, seguramente con ella podría hasta comprar una casa. Pensó unos momentos en ir por ella, pero su orgullo se lo impidió, ya hambriento se fue al mercado por frutas y jugos, justo cuando iba a buscar un lugar para pasar la noche lo atrapó una fuerte lluvia, no tubo más opción que refugiarse bajo una parada de bus.