CAPÍTULO 1
Todos necesitan ayuda por lo menos una vez en la vida
Viernes, 15 de Mayo de 2015, 22:46 pm
Eric Carter estacionó su Ford Ranger gris plata al frente de su casa. Estaba exhausto de su larga jornada laboral, acabada de cerrar un caso importante de narcóticos. Este se traba de unos narcotraficantes del oeste de San Diego que repartían cargas importantes de cristal y LSD a cada cartel del país. Su mercancía era traída de primera mano desde Colombia.
Carter llevaba trabajando en este caso desde hace ocho meses, infiltrándose con los narcotraficantes para capturarlos en un momento preciso. Y así sucedió, ahora están bajo la ley y dentro de un mes será el juicio que los condenaran definitivamente.
Carter bajó del auto, cerró la puerta del piloto, puso la alarma y se dirigió directamente hacia su casa sin detenerse a revisar si tenía alguna carta en el buzón. Él estaba realmente cansado, pero sobre todo estaba famélico desde las 10:00 que no probaba bocado.
A Eric Carter es un Agente Especial de la policía de San Diego sobre todo se encarga de casos de narcotráfico. A él desde que estuvo en la academia de policía, a sus cortos 19 años, fue nombrado Carter, a él no le gustaba que le llamaran por su nombre de pila. El problema es que nadie sabía el motivo de eso. Carter era muy reservado acerca de ese tan común tema.
Muchas personas piensan que Carter al ser tan airado cuando alguien lo llama por su nombre y no por su apellido, va a ser igual en su vida diaria, pero no era así. Él es amable, considerado con todo el mundo que conoce. Siempre intenta ayudar a cualquier persona que la necesite sin importar si tiene que prestar dinero, ya que a él le sobra, o invitar a esa persona una temporada a vivir a su casa.
Algunas personas opinan que Carter es un estúpido en ayudar tanto a sin esperar nada a cambio, que en realidad todas esas personas lo utilizan, pero otra vez esas personas que juzgan antes de conocer, se equivocan. Carter es una persona astuta e inteligente que sabe en que momento debe interferir y en cual alejarse. En verdad, a Carter le importaba muy poco lo que la gente pensaba de él, sabía lo que hacía, por qué lo hacía y a quién lo hacía, y él era feliz de esa manera o por lo menos eso aparentaba.
Carter entra a su casa y como cada vez que lo hacía, siente una soledad inmensa, extrañando a aquellas personas que antes habitaban ese lugar. El policía tira las llaves arriba de la mesa y va caminando rumbo a la cocina, abre la heladera y se encuentra que no tenía ningún alimento, por lo menos comestible, en su heladera, ya que hacía varios días que no iba a comprar al supermercado por estar pendiente del caso.
Suspirando Carter cierra la heladera, agarra nuevamente las llaves del auto y se dirige a este, aunque está agotado, el hambre que sentía superaba cualquier cosa. Entra en el auto, lo pone en marcha y se dirige hacia un minimercado que está abierto las 24hs a 6 cuadras de su casa. Llega al dicho lugar y compra lo necesaria para abastecerse por unos días. Llega a la caja y paga por sus compras. Se dirige afuera del almacén y acomodarlo que compró en el auto, para luego dirigirse hacia su casa.
Mientras Carter estaba manejando, vio demasiado tarde una persona que se dirigía corriendo para cruzar la calle, que aquel individuo no se dio cuenta que iba directamente hacia el auto de Carter. Este último, frenó de golpe para no golpearla, causando que el auto de varias vueltas por el repentino acto, pero no pudo evitar que el auto la chocara.
Inmediatamente, Carter baja del auto para averiguar cómo se encuentra aquella persona. Para su sorpresa, en el suelo se encontraba una chica de aproximadamente 20 años. Carter pensaba que era realmente hermosa: tenía el pelo rubio, que se notaba muy claramente que estaba teñido, y ojos grandes de color azul. Cuando Carter se fijo en su ropa, frunció el ceño, ya que estaba vestida relativamente como una prostituta: una falda corta y un top que dejaba al descubierto su ombligo combinado con unos tacos de 10cm. También llevaba bastante maquillaje, aunque Carter se dio cuenta que quería tapar un moretón que ocupaba un lugar en su delicada mejilla y eso a Carter no le gusto para nada.
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Carter
RomanceElla... Una prostituta Él... Un policía Ambos completamente distintos, pero al mismo tiempo hecho el uno para el otro ¿Te animas a conocer la historia de Ambar y Cárter? Muchas gracias a @Haynes01 por la hermosa portada © Todos los derechos reservad...