Día 1: Infancia

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Una pequeña silueta recorría las vacías calles de la ciudad, parecía un pequeño cuerpo sin alma que vagaba sin rumbo, su mirada azul se notaba vacía y a pesar de que el día comenzaba a refrescar, al castaño niño parecía no importarle. Caminaba sin prisa alguna, después de todo nadie le esperaba en casa, solo una vacía construcción a la cual unas semanas atrás había llamado hogar. Su visión viajaba con desinterés por las diferentes casas del lugar, de vez en cuando se topaba con alguna ventana sin cerrar permitiéndole ver a las familias reunidas dentro de estas con felicidad en sus rostros, una emoción que envidiaba después de que su alegre hogar fuera destruido.

Sus tripas resonaron rogando por algo de comida, llevaba días con el estómago vacío, pero simplemente ignoró el sonido provocado por el hambre y continúo su camino. No tenía ganas de comer por más que su cuerpo se lo pidiera, no quería hacerlo porque ya no le veía el sentido a estar vivo en aquel mundo donde su familia se le fue arrebatada, simplemente esperaba el momento en que su sistema dejara de funcionar y su cuerpo desistiera en seguir reteniendo su alma, y así por fin conseguir descansar de aquel sufrimiento y soledad. 

En aquellas fechas cercanas a la navidad cualquiera desearía poder estar con la familia celebrando y compartiendo, justamente como él quería, irse con su familia. Muchas personas anhelando poder disfrutar aún más de la vida junto a sus seres queridos, mientras tanto él... Él simplemente deseaba morir.

El frío comenzaba a calarle en la piel y su escasa energía se agotó al no tener nada de comida en su sistema por días, sin poder resistirse cayó al suelo de la desolada vereda, aunque realmente era lo que esperaba, el final de su historia en aquel mundo. Simplemente cerró los ojos quedándose tirado allí, desolado porque su madre y hermana lo habían dejado atrás después de que aquellos ladrones las mataran a sangre fría, siendo tan desalmados de dejarle a él con vida y no completar el trabajo para que pudiera reunirse con ellas.

Estuvo lo que para el castañito parecieron horas en la misma posición, no sentía sus extremidades a lo que estaban entumecidas por la baja temperatura, podía percatarse de como poco a poco su espíritu se extinguía y su alma lentamente abandonaba su cuerpo.

-¿Hola?- Una infantil voz cerca suyo fue lo que hizo que no cayera inconsciente, sintió un suave zarandeo que lo obligó a abrir despacio sus ojos. -¿Por qué estás durmiendo aquí? Está frío, vas a enfermarte- 

Parpadeó un par de veces intentando enfocar su vista, logrando distinguir la silueta de un niño en cuclillas a su lado, con mucho esfuerzo posó sus manos desnudas sobre el frío suelo y despacio se impulsó hasta conseguir sentarse en la vereda, mientras observaba en silencio y con cansancio al pequeño pelinegro. Inspeccionó sin apuro la vestimenta abrigada y algo sucia que llevaba el niño, hasta que dio un sobresalto al escuchar el gritito que soltó el pelinegro.

-¡Woah! Tus ojos son muy bonitos- Señaló con emoción el infante acercándose para apreciar los iris claros del castaño. -Son azules como el mar, me gusta mucho el mar-

Los orbes del castaño se abrieron ligeramente con sorpresa no solo por las palabras de aquel niño mas bajito que él, sino también por sus ojos, le asombró ver por primera vez a alguien con diferentes colores en sus iris. Eran muy raros... Le gustaban. Levantó lentamente su mano y con un dedo señaló los orbes del pelinegro y este rápidamente giró su cabeza a un lado para que no los viera, el castañito enarcó una ceja con extrañeza por el movimiento del pequeño, se inclinó un poco buscando nuevamente sus ojos pero el pelinegro rehuía su mirada, y como el ojiazul no se detenía terminó por cubrir sus ojitos con sus manitos.

-No, no mires mis ojos, son feos- Murmuró el pelinegro con su cara tapada entre sus manitas y con su voz temblando ligeramente.

-No lo son- Susurró bajito por primera vez el castaño consiguiendo que el niño separara sus deditos y dejara un poco a la vista sus bicolores.

Gustacio WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora