Las olas hablan

38 2 2
                                    

¿Sabías que las olas hablan?

Sí.

gritan mares de te amos,

forman olas de tempestad,

sueltan palabras a remos,

y tiran piedras de variedad.

De formas y de colores

así como mis pensamientos

que se juntan en la costa de Los Soles,

impregnados de luces, que me dejan sin aliento.

Nunca supe el color de sus ojos,

tal vez eran verdes como las palmas,

tal vez eran cafés oscuros,

o tal vez solo, ladrones de almas.

¿Sabías que las olas hablan?

Sí.

Le suplican al náufrago que estire sus pies de la arena,

le aceptan que beba un trago,

del agua que traen de Donde Sea.

Olas que salpicaron en costas,

tal vez de enamorados,

tal vez alrededor de piedras costosas

salpicadas con tonos dorados.

Olas testigos de robos,

de tesoros de oro,

olas testigos de todos,

excepto de sus ojos.

¿Sabías que las olas hablan?

Sí.

Me dijeron que me quedara,

cuando nadie más lo hacía,

me dijeron que lo dejara,

que solo me volvía vacía.

Sirenas inundaron mis recuerdos,

y llegaron a mi corazón sin ellos,

recorrieron las mareas de mis arterias,

para dejar en su lugar, Aguamarinas con tierra.

Con la sangre fría y el corazón peor,

me fui de aquella tierra fuera del rencor,

mientras las olas gritaban mi nombre

y yo,

como no soy hombre,

les di la espalda como escudo de cobre.

¿Sabías que las olas hablan?

No.

Nunca me dijeron tu nombre,

nunca dijeron lo que callaban,

solo me dejaron como octubre.

Sola,

devuelta en la ciudad,

como una brisa sin igual,

que me hacen sentir,

como una intrusa al vivir.

Y no pertenezco aquí,

desearía volver ahí,

donde tus ojos fueron ladrones de almas,

donde las olas siempre hablan.

Poemas muertos para gente vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora