Poema de media cordura

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A mi Princesa de Ojos Tintineantes, que ahora pertenece a otro reino.

Gracias por ser lo que fuiste,

gracias por amarme cuando nunca quisiste,

gracias por todas esas noches en vela,

con la luna llena y el paraguas de tela.

Gracias por ese beso en la escalera,

antes de que me fuera,

gracias por sostenerme al caer en ese agujero,

ayudarme a ver el mundo, 

aunque fuera imundo.

Gracias por tomarme por la cintura

y besarme hasta que perdiera la cordura.

Gracias por dedicarme la verdad 

aunque doliera por naturalidad.

Gracias por regalarme las estrellas,

aunque nunca fuera una de ellas.

Gracias por tratarme como si me rompiera

aunque sabias que de hierro, estaba hecha.

Gracias por ocultarme para salvarme,

de bestias de alambre

Gracias por escuchar ese disco conmigo

y besarme entre cada coro y estribillo.

Gracias por hacer de tu regazo mi cama,

en la que pude soñar para dejar el alma.

Gracias por ser la primera persona en tocarme,

en hundirte entre mis piernas y desarmarte.

Gracias por mostrarme la fuerza de un huracán 

y también, la calma de un caimán.

Gracias por ser mi crimen perfecto,

por ser todo esto,

por robar todo eso, 

que ahora te llevas contigo

y que alguna ves, fue nuestro.

Gracias por ser mi compañera de crimen,

por lavarme la sangre de los que miren,

y luego, hacer el amor

al rededor de una cinta amarilla,

para que brillen.

Gracias por cargar con mis demonios,

por pelear contra ellos 

y clavarle los dientes a los peregrinos.

Te adoro,

te amaré siempre,

y lo siento,

por darte recuerdos para que después lastimen.

Pensaba que sería fácil olvidarte,

pero cada canción que escucho 

es como si te tuviera enfrente

es como si tu olor siguiera presente.

Ahora te regalo estas lágrimas de martes,

te las regalo, pero no las gastes,

ahora las cerezas y los cigarros ,

son tuyos si los regalo.

Todo es tuyo, 

desde mis ojos hasta mis pies,

todo es tuyo,

llévatelo y déjame si quieres.

Además lo sé,

se que tenías tu corazón divido,

espero que ella sea lo que dice que es,

espero que se sepa tus favoritas canciones.

Espero que sepa hacerte reír hasta perderte,

espero que sus labios sepan a fresa,

espero y no dejes de verla a los ojos al besarse,

espero y nunca dejes que desaparezca.

Conoce a tu siguiente crimen, 

comételo como si fuera el primero,

me cuentas como los detuvieron,

con o sin rimel.

Por último, nunca deje de amarte,

siento lo mismo por ti,

pero creo que es tiempo

de dejarte ir.


Poemas muertos para gente vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora