Voluntad de un arquero

Capítulo 3. Revelaciones.

Voluntad de un Arquero.

Capítulo 3. Revelaciones.

Seis casas del Lucifer, son los seis demonios extras, que comparten la sangre de la mano derecha de dios que sirven fielmente al único bendecido con el poder de su padre. "Lucifer".

La casa Lucifuge, conocidos por los más fieles al descendiente del Lucifer. 

La casa Nebiros, recordados por sus investigaciones que influyen en el día a día de los demonios.

La casa Saranchia, Agaliarept, Fleurety y Sargatanas son casas del Lucifer que se extinguieron en las múltiples guerras que azotaron el inframundo, siendo un heredero de dos casas sirvientes del heredero de la luz, Shirou.

Shirou Sargatanas, hijo de Iscariot Sargatanas y Leidy Saranchia, es un niño nacido en condiciones precarias de su madre Mira Saranchia.

Al igual que un Sargatanas de sangre pura, el pelo del niño es pelo castaño rojizo con un pequeño mechón plateado por su sangre Saranchia.

Sus familias, sirvientes del Lucifer son los encargados de la defensa y el armamento de la casa principal, quedando como la delegación a un niño que apenas acababa de nacer y lo que era peor, también por parte de su madre era el que se encargó de controlar los sirvientes demonios que están bajo la casa principal.

¡Si!, a pesar de su nuevo mundo. Su suerte no cambió en lo más mínimo.

Hogar dulce hogar.

Las razas dentro de la mitología en la edad de los Dioses, son diferentes tanto el cuerpo y magia del alma. Los seres mitológicos de su nueva raza maligna, nació con la facultad de poder ver en su primera hora de nacido.

La imagen de su madre, fallecida después de darle luz no fue algo que le dieron el gusto en observarlo, no obstante la habilidad diabólica de poder escuchar y entender todas las lenguas habladas del mundo humano y diabólico fue una herramienta excepcional para  el control de daños.

Él era un demonio llamado Shirou Sargatanas, sirviente del Lucifer, protector del Inframundo y de su planeta que le dio la oportunidad de vivir una nueva vida, así como todos sus habitantes.

Cinco años habían pasado desde esa época en la que lo enviaron a este mundo o en la que los sirvientes de la casa Sargatanas y Saranchia por igual lo cuidaron en su especie de niñez.

El inframundo, su actual hogar es un sitio de cielo morado todo el tiempo con una biodiversidad sobrenatural, colindando con su otra mitad ocupado por los Ángeles Caídos.

La casa de Sargatanas y Saranchia, bajo todo pronóstico lo cuidaron con los ideales y la personalidad propia para cumplir con lo que se esperaba de él. "Un heredero sano, fuerte y sabio."

La casa de Lucifer, es una fortaleza y él un sirviente y como tal debía su protección y fidelidad por el bien del inframundo, siempre le dijo Madam, Scarach. Una de sus cuidadoras encargadas de enseñarle el arte de la magia familiar Sargatanas. 

El señor Bulpedi, era su cuidador por parte de la familia de su madre, quien lo instruyó en lo que era referente al papeleo que por falta de sus padres a él le correspondía.

Ciertamente las habilidades de los dos clanes murieron al fallecer sus padres, puesto que a fin de cuentas no eran linajes de sangre sino que eran habilidades de compatibilidad de magia.

Hoy no obstante, era su primer viaje en la visita de sus soldados para ver su armamento. 

¡Por el mismísimo Satanás!

No lo podía creer, soldados de todo tipo de clases enlistados a sus órdenes con armaduras que no se compararían ni si quiera a la de un humano, armas de todo tipo que aunque encantadas por su historia de forjador de espadas en sus ojos dañaron la imagen incluso a los demonios que en estos momentos de su corta edad lo matarían hasta sin quererlo. ¡Absurdo!.