Harry Potter El salvador del mundo mágico

capitulo 31

Capítulo 30

La orden del Fenix

Harry movió sus varitas hacia el otro lado del lago en los terrenos del Castillo Potter; estaba practicando el casting de duelo, algo que estaba decidido a perfeccionar después de su duelo con Voldemort. Los dos látigos de fuego decapitaron a los objetivos mientras él terminaba de lanzar un hechizo al muñeco de práctica que estaba detrás de él. Sudando y jadeando, Harry se derrumbó en el suelo, luciendo cansado. Había estado practicando durante varias horas seguidas. Había pasado un mes desde que él y Dylan habían regresado a casa de la escuela y habían pasado muchas cosas en ese tiempo.

Después de interrogar a Barty Crouch y de informar a Harry, Sirius y Amelia habían emitido órdenes de arresto contra todos esos Mortífagos que Voldemort había identificado en el cementerio. Desafortunadamente, todos habían hecho un corredor y habían desaparecido bajo tierra. Enviar un equipo de Aurores al cementerio de Little Hangleton después de que el lugar había sido identificado resultó ser inútil ya que no había evidencia presente más que rastros de un ritual de magia oscura. Sin que ellos lo supieran, una gran mansión que solía estar presente en la cima de una colina en el pueblo había desaparecido, y nadie en el pueblo siquiera recordaba su existencia o sabía dónde estaba. Dumbledore, que había intentado investigarlo, se había dado cuenta de que Voldemort había usado un encantamiento Fidelius en la casa, que no recordaba, y se había convertido en su cuartel general.

Mientras tanto, Voldemort no había perdido tiempo en mostrarle a la población mágica que había vuelto. Barty Crouch Junior podría haber sido ejecutado por el Ministerio, pero la información que había logrado adquirir para Voldemort, combinada con la información que Rookwood había podido proporcionar, lo había llevado a contrabandear gigantes a Gran Bretaña sin activar la red de sensores. Ya había habido múltiples ataques y asesinatos masivos de muggles, lo que hizo que el Ministerio se esforzara por borrar los recuerdos de varios muggles y sus artilugios: si se violaba el Estatuto Internacional del Secreto, las cosas se pondrían muy feas, muy rápido. Sirius también le había informado al Primer Ministro Muggle de lo que estaba sucediendo: la Gran Bretaña Mágica estaba en un estado de guerra.

Los Dementores también habían jurado lealtad a Voldemort, por lo que ahora había miles de esas horribles criaturas deambulando por todo el continente. Sirius hizo destruir a los Dementores restantes en Azkaban con el uso de Fiendfyre y luego arrojó sus restos al mar; unos cientos de Dementores fueron destruidos, pero había demasiados fuera de control para capturarlos a todos. El Ministerio se había vuelto demasiado dependiente de los dementores en los últimos siglos para que cambiaran en tan poco tiempo. Había habido varios incidentes de ataques de Dementor contra Muggles, pero no había habido ataques contra brujas y magos, todavía.

Sin embargo, no todo fue malo porque los Vampiros y Goblins habían decidido permanecer neutrales en la guerra, para alivio de Sirius y Amelia y frustración de Voldemort. Todavía no había habido ataques de hombres lobo, pero todos sabían que era solo cuestión de tiempo. En el aspecto político, Sirius tuvo poco éxito porque los miembros del Wizengamot estaban aterrorizados de votar sobre cualquier proyecto de ley. Si tomaban una posición contra Voldemort y sus Mortífagos, serían los próximos en morir. Ya había habido un atentado contra la vida de Rufus Scrimgeour y la gente no quería estar en la lista de objetivos del Mortífago.

Miller's Mirrors estaba demostrando ser una excelente fuente para crear conciencia entre el público. El Ministerio sabía que no podían transmitir nada que los Mortífagos no descubrirían de todos modos, por lo que lo usaron como un medio para informar a las brujas y magos comunes del país sobre cómo defenderse a sí mismos y a sus familias de los Mortífagos. Dementores, Inferi y muchas otras cosas. Un Auror retirado enseñaría hechizos defensivos y ofensivos al público a través de los cristales de grabación para que pudieran protegerse en caso de un ataque.