Satosugu Is The Type [of relationship]

Sake

Satoru no se emborracha jamás y mucho menos con Sake. Esa porquería es más amarga que los besos de su novio, así que cualquiera se puede imaginar lo asquerosa que es. Los besos de Suguru con sabor a Sake es... simplemente diferente. Esa extraña sustancia permite que Suguru saque de él ciertos movimientos que normalmente no se ven.

Lo más destacable es el uso de su lengua. El Sake permite que la lengua del pelinegro se filtre en cada espacio de la boca que Satoru con atrevimiento y sin vergüenza alguna. Pero no es solamente su boca, no. Su cuello también fue preso de sus besos violentos. La manera en que se aferra a su cuello como si fuese a chuparle la sangre lo vuelve loco.

Así que sí, el uso de su lengua puede volverse muy útil. Pero tampoco se queda ahí, no. Los sutiles ruidos que se escapan de su garganta también lo enloquecen. Normalmente Suguru es algo reservado en la demostración de sus emociones, por lo que sacarle uno que otro gemido le es muy difícil. Con el Sake, sin embargo... hace falta un par de roces para que su boca se vuelva un descontrol de suspiros y jadeos, especialmente cuando ataca su cuello. ¡Dios! Cuando mordisquea el cuello de Suguru, el pelinegro suelta cada gemido en su oído que ni siquiera es capaz de formular una frase coherente. Entonces, sí. Se vuelve loco con cada sonido que se le escapa involuntariamente a su novio.

Y por último... cuando su honestidad sale a la luz de una manera que lo enternece. Una que otra vez ha recibido cumplidos por parte de su novio, algo como: No eres tan insoportable o Puede que no te odie del todo. Pero con el Sake... Jesús, con el Sake cada verdad atorada en la punta de su lengua se le escapa. Le ha dicho de todo, desde sus atributos físicos hasta el amor condicional que siente por él. Por supuesto que se lo ha devuelto el doble. No es de extrañar que Satoru adule al pelinegro en cualquier circunstancia. Pero cuando Suguru bebe de esa sustancia inmunda, debe hacerle sentir que es el ser más especial de la tierra. Porque lo es.

A fin de cuentas, el Sake permite que los sentimientos de Suguru no se estanquen tanto y que Satoru pueda ver realmente dentro de él. Aunque ya lo haga. No importa si Suguru se sentirá avergonzado al día siguiente, Satoru estará allí para recordarle que siempre lo protegerá de cualquier cosa y le dará confianza de tomar Sake las veces que desee con él. Y que quizás... deba hacerlo más seguido.

En conclusión, Dios bendiga el Sake.

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Hey, hey. No sé bien qué escribí, lo admito. Fue una combinación de algo pervertido con un poco de romance. Extraño.

Por cierto, nada que ver con el tema pero publiqué una historia nueva Narusasu. Si a alguien le interesa pasar a observar son bienvenidos.

Espero que hayan disfrutado del nuevo capítulo y lo siento por no actualizar seguido. ¡Nos vemos!