En estos momentos me encuentro alistándome para ir a la escuela, voy saliendo de bañarme y me estoy colocando algo de rímel, han pasado varios días desde la discusión que tuve con mi familia, y si, estoy castigada sin salir.
En la escuela las primeras horas pasaron con bastante tranquilidad.
-Ne ___-chan!- exclamó mi amiga y compañera de asiento.
-¿Necesitas algo Robin-chan?- exclamé porque se venía acercando a mi con mis bocadillos favoritos.
-A decir verdad,sí.- tomó aire pesadamente.
Necesito que me ayudes en el club de sastrería, por favor.
Me quedé viendo fijamente por unos segundos a la ojiverde porque no soy muy fan de quedarme más tiempo de lo necesario en la escuela, pero me trajo los bocadillos.
-¿Cuándo? dije neutralmente mientras ella empezaba a brincar de la emoción.
-Mañana, mañana después de la escuela, arigatoooo.
Realmente se ve tierna cuando se emociona por algo y se cuanto le apasiona ese club, pero ni siquiera le pregunté qué es lo que haría...
(...)
Al día siguiente transcurrieron las clases con normalidad e íbamos juntas al club de sastrería, cuando abrió la puerta del salón pude ver una cabellera ¿lila?
-__-chan, el es el presidente del club Mitsuya-san.
- Un gusto Mitsuya-san, hice una leve reverencia con mi cabeza.
-Soy Takashi, Takashi Mitsuya un gusto ___-chan gracias por aceptar ayudarnos.
Después de una charla algo amena me comentaron que tenía que modelar una ropa que habían hecho y me tenían que tomar fotos, me esperaba todo menos eso ya que soy algo insegura con mi cuerpo pero ya había accedido, me empezaron a tomar las medidas del pecho, cintura, hombros etc.
(la foto la saque de pinterest así que crédito a su respectivo autor.)
Ese es el outfit completo que diseñaron, realmente les quedó bien y estaba muy encantada en cómo se me veía, incluso los dos me transmitieron algo de seguridad y me empezaron a tomar las fotos, sorprendemente acabamos todo en un día así que no tenía que quedarme más días después de la escuela y eso era un gran alivio para mí, aunque ya era bastante tarde ya eran las 8:30 pm así que Mitsuya se ofreció a acompañarnos a nuestras casas ya que quedaban de paso.
Pude ver como mi amiga y Mitsuya tenían gran conexión, se notaba a kilómetros que ambos se gustaban así que me iba quedando un poco atrás de ellos para que pudieran platicar tranquilamente, faltaba una cuadra para llegar a mi casa y venían dos motos a gran velocidad.
-Mitsuya! Reunión urgente de la Toman donde siempre, rápido súbete.- exclamó un azabache que se me hizo algo conocido pero tal vez eran alucinaciones mías.
-¿Toman?- susurre para mi, veía a mi amiga bastante tranquila pero que carajos era la Toman, ¿qué tal si eran un grupo de narcotraficantes porque Robin estaba así de tranquila?
Voltee mi mirada hacia la segunda moto y mis ojos hicieron clic, esto sucedió en un par de segundos y ya se de donde conocíamos a estos sujetos, eran los del puesto de yakisoba, rápidamente mi mirada conectó con los ojos de este rubio que aceleraba mi corazón, hasta que una voz nos interrumpió.
-Perdonenme chicas no las podré acompañar es algo urgente, de verdad lo lamento.- exclamó Mitsuya algo temeroso y nervioso, es muy buena persona.
-No te preocupes Mitsuya, lo entendemos ¿verdad __-chan? vayan con cuidado.- dijo mi amiga ojiverde con una gran sonrisa calida.
¿Me puedes explicar que mierda es la Toman y porque el presidente del club de sastrería pertenece a una banda de narcotraficanfes?- exclamé en cuanto se fueron los individuos, estaba realmente desesperada.
La contraria soltó una gran carcajada ¿de qué se reía? ¿qué tal si vendían nuestros órganos?
-__-chan, que piensas de los pandilleros?- me dijo entre risas y algo burlona.
-Ah? y porque me contestas con otra pregunta? - se me estaba agotando la poca paciencia y la duda me estaba matando.
-Responde y te digo toooodo, te lo juro.- me seguía diciendo entre risas.
-Bueno, los pandilleros son mejores que los narcos.- dije sincera.
-Bueno, verás, he pasado algo de tiempo con Mitsuya por la actividades del club, es un gran amigo y una gran persona, incluso él es quien a cuidado siempre a sus hermanas pequeñas, él pertenece a una pandilla, a la Toman, seguro no la conoces ya que eres extranjera, es de las pandillas más conocidas pero en realidad no son malos, como cada pandilla tienen peleas pero lo hacen por los suyos! son buenos realmente.- me dijo todo mientras me veía fijamente a los ojos, realmente estaba siendo muy sincera.
Me limite a asentir y despedirnos ya que entre tanta charla estábamos fuera del portón de mi casa.
¿El chico rubio también será pandillero? fue mi último pensamiento antes de dormir.
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Chifuyu Matsuno x Lectora
Любовные романы___ Suzuki, una mexicana que se muda a Japón, conoce a un rubio en algún puesto de yakisoba de la gran ciudad, creyó que sería asunto olvidado hasta que por azares del destino esta se encontraba en una reunión de la Toman. Fecha de publicación: 24 d...