¿Él es mi hijo? || 𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳

CAP 1

—¡Tú estuviste con Moon toda la noche!—exclamé.

—¡No hicimos nada!

—Atrévete a decirme que no te has acostado con ella—Eli se quedó callado-
—. Lo sabía.

—Solo fueron dos veces. Ni siquiera me acuerdo, y así me di cuenta de lo mucho que te amo.

—¡Estás enfermo! ¡Tú acostándote con Moon y yo probablemente esté embarazada!—dije enfadada y triste a la vez.

—¿Estás embarazada?—cuestionó tomando mi brazo.

—¡Déjame Eli!

—No te voy a dejar, amor—dijo sin soltar mi brazo

—¡He dicho que me dejes!—dije soltándome bruscamente—. ¡Y no me vuelvas a llamar amor en tu puta vida!

Me desperté agitada.
Últimamente soñaba con esa conversación, fue la última que tuve con Eli.

Me levante de la cama y fui a ver a Dylan (Tu hijo).
Él dormía plácidamente.

Toda su habitación estaba llena de cajas ya que al día siguiente nos mudariamos al Valle de nuevo.
No estaba muy segura de eso, pero mis amigos se habían ofrecido a ayudarme. Aunque lo que realmente me asustaba era encontrarme con Eli, ni siquiera sabía si seguía viviendo allí ya que lo bloqueé en todas la redes sociales y tampoco le había preguntado a nadie.

Volví a mi habitación y traté de dormirme de nuevo.

[●●●]

—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Despierta!—exclamó Dylan moviéndome de un lado a otro.

—¿Qué pasa cariño?—pregunté medio dormida.

—Tenemos que ir al valle. ¿Recuerdas?—cuestionó.

—Sí—respondí sonriendo un poco—. Vamos a desayunar.

Le preparé el desayuno, y mientras que él desayunaba me fui a cambiar. Después preparé a Dylan también.

Tuvimos que esperar un poco a que el Uber llegara para llevarnos al aeropuerto.
Cuando llegamos no tardamos mucho en subir al avión.

—Ya quiero llegar—dice Dylan emocionado.

—Son dos horas de viaje, si quieres puedes dormir así se te pasara más rápido—le dije.

—Está bien—dijo acomodándose en el asiento.

El viaje pasó bastante rápido.
Dylan estuvo durante todo el viaje dormido, y yo me terminé una mini serie que había en la tele del avión.

—Dylan, ya hemos llegado—lo llamé tratando de despertarlo.

—¡Bien!—exclamó despertándose rápidamente.

Ojalá también fuera así cuando tiene que ir al colegio.

Bajamos del avión y caminamos para tomar nuestras maletas.
Una vez las teníamos nosotros comenzamos a ir hacia la salida.

—¿Tn?—preguntó una voz conocida.

—¿Aisha?—ella asintió—. Cuánto tiempo—dije sonriendo.

—Estás hermosa—dijo con una sonrisa—. ¿Este es Dylan?