La magia en esos ojos {finalizado}

Capítulo siete: Compañeros de lectura

* SALTO DE TIEMPO: 2 MESES *

Su salida a Midtown High había saciado la adicción a la acción de Hiro por un tiempo, aunque lamentaba no poder acompañar a Peter a almorzar.  Así que, por ahora, estaba contento de pasar el rato en la casa de Parker y leer su camino a través de la pequeña montaña de libros junto al armazón de la cama del niño.  En este momento, estaba en equilibrio sobre dicha pila con una novela de aventuras que, aunque no se podía comparar con lo que había pasado, era bastante buena.  Se trataba de un niño genio y una civilización de hadas subterránea de la que disfrutaba reírse, tanto por el ingenio seco como por algunas de las inexactitudes.

Pero todavía le gustaba el mundo ficticio y estaba tan metido en él que ni siquiera oyó abrirse la puerta de la habitación de Peter.  El tomo abierto estaba en la parte superior de la pila, abierto al comienzo de un capítulo mientras Hiro estaba en la página opuesta.  De hecho, no fue hasta que escuchó el tintineo de los llaveros del estudiante, una combinación irónica de baratijas de Spider-man y Star Wars, cuando tiró su mochila a un lado que recordó que probablemente debería dejar de leer y al menos fingir que lo había hecho.  dormido.  Entonces, no muy convincentemente escondió la cabeza entre las patas y cruzó los dedos metafóricos para que Peter no hubiera visto nada sospechoso.

Mientras tanto, mientras Hiro se reprendía mentalmente, el estudiante de secundaria se había escabullido a través de la habitación casi en silencio para dejarse caer en su cama como un fideo cocido, extendiendo un brazo largo para alborotar la parte superior de la cabeza de Hiro.  Las orejas del gato se separaron automáticamente, y abrió los ojos para mirarlo mientras una pata golpeaba suavemente el dedo sobrante.  Si Peter no hubiera sido testigo feliz de sus ataques a Flash Thompson, podría pensar que al gato le habían quitado las uñas antes.

"Oye, Hiro," dijo mientras se rascaba.  "¿Qué has estado haciendo todo el día?"  Sus ojos escudriñaron la habitación distraídamente mientras posponía cualquier tarea que no hubiera terminado antes, finalmente cayendo sobre los libros debajo de "su" gato, específicamente el abierto.  Pensando en el equipo, que parecía ignorarlo con culpabilidad, pero tal vez eso era su imaginación, la boca de Peter se volvió un poco hacia abajo en la esquina.  "¿No lo cerré? Espera ... ¿Lo abrí en primer lugar?"  Honestamente, no podía recordar nada ... o lo que había desayunado esa mañana.

Todo lo que Hiro estaba pensando era crudcrudcrudcrudcrudCRUD.  Realmente no le importaría que Peter se enterara, supuso, pero sería bastante incómodo si no pudiera volverse hacia un humano… sí, ese era su razonamiento.  Nada más, ninguna otra razón.

Peter suspiró profundamente cuando se dio cuenta de que en realidad tendría que hacer su tarea antes de volver a patrullar más y sacudió la cabeza, dejándola caer de un lado a otro lentamente.  Finalmente se levantó perezosamente, solo para desplomarse en la silla de su escritorio y sacar un grueso libro de texto en lugar de la vieja computadora portátil, que estaba tomando unas vacaciones en su mochila y, en su opinión, ocupando demasiado espacio, la torpe máquina.  .  Preferiría actualizarlo o, mejor aún, reconstruir completamente uno nuevo, que hacer sus tareas escolares obligatorias, como todos los adolescentes.  Aunque por lo general querían jugar deportes o videojuegos en lugar de ciencias informáticas avanzadas.

Un par de minutos después de su lectura, sintió un peso y una calidez familiares que se movían en una posición cómoda en su cabello ya desordenado.  "Tienes suerte de que no me importe mi imagen", le dijo Peter a Hiro engreído.  "Si le hicieras esto a Flash, se volvería loco. Dudo que quieras hacerlo de todos modos ... él es casi pura grasa ... y no es tu mayor fan".  El kit dejó escapar su diversión sobre la cabeza del niño y se instaló en el lugar perfecto para leer el libro de historia.  Y Peter se enteró de que un golpe acolchado en la frente significaba no pasar la página todavía.