Zack se había vuelto majara: el exceso de deberes puede hacerle cosas horribles a la mente de un muchacho. Mi hermano sabía lo mucho que me gustaban los cómics y se pasaba el día burlándose de lo él llamaba "mi obse sión infantil". Así que enseguida me lo olí: se trataba de una de sus bromas.
-¿Superpoderes?- me crucé de brazos y añadí en tono burlón-: Ya, osea que ahora puedes volar y lanzar rayos de la punta de los dedos, ¿no?
Puso cara de curiosidad.
- Eso quería saber yo- caviló levantando una mano y agitando los dedos hacia mí, como si fuera un mago de poca monta. No vi salir ningún rayo, pero me quedé de piedra al ver que sucedía algo igualmente asombroso.
La linterna se me escapó de los dedos, giró varias veces en el aire y fue a aterrizar en la mano extendida de Zack.
Mi hermano cerró el puño alrededor de la linterna mientras esbozaba una sonrisa.
¡Im-po-si-ble!
Pero lo había hecho. Había conseguido mover la linterna con la mente y un tímido gesto con la mano. Así que, en cierto modo, era cierto. ¡Zack tenía un superpoder!
Telequinesia, si tengo que nombrarlo. En los cómics, había montones de superheroes con poder telequinésico, pero era la primera vez que lo veía en la vida real. Me fastidiaba tener que admitirlo, pero era muy guay, pero claro que no planeaba confesárselo a Zack.
-Así que nada de rayos- dije, fingiendo estar decepcionado.
-¿Qué?- Me miró como si yo fuera tonto-. ¿No has visto eso? ¿No has visto lo que acabo de hacer?
No podía seguir fingiendo: me había impresionado. Pero mi asombro enseguida dio paso a algo muy distinto.
Estaba más verde que Hulk; más celoso que cuando abrimos los regalos las últimas Navidades, en las que Zack se llevó un iPhone, y yo, un par de zapatos.
-¡No es justo! ¿Por qué tienes tú superpoderes? ¡Si ni siquiera te gustan los superheróes!
Estuve echándole la bronca durante unos minutos más (me han dicho que cuando me suelto, acabo incluso poniendome morado) y luego, ya exhausto, me desplomé en el suelo y me quedé enfurruñado. A pesar de que la envidia me carcomía por dentro, tenía que saberlo.
- ¿Comó ha pasado?
Zack dejó vagar la mirada por la cabaña hasta fijarla en un punto de la pared, y entonces empezó a describir los increíbles ( e increíblemente recientes) acontecimientos.
- En cuanto te has ido, he oido un estruendo en la lejanía y, al asomar la cabeza fuera de la cabaña, he visto luces en el cielo. Al principio, he creído que se trataba de una lluvia de meteoritos, pero entoces me he dado cuenta de que las luces se acercaban hacia aquí...a toda velocidad. Un centenar de líneas blancas y luminosas surcaban el cielo y, justo cuando estaban a punto de impactar contra el suelo, se han detenido en seco. Y entonces he visto que no tenía nada que ver con una lluvia de meteoritos...
Hizo una pausa y, después de dejar escapar un largo suspiro susurró:- Era una nave espacial transdimensional.
Me quedé con la boca abierta. Hasta entonces la historia más emocionante que me había contado mi hermano tenía que ver con un mal corte de pelo y un chihuahua.
Y me temo que mintió en lo referente al chihuahua.- Era una nave enorme, azul y ovalada que estaba suspendida en la nada, justo ahí fuera. -Extendió un dedo tembloroso y, añadió-: Mientras la contemplaba, se ha abierto una puerta con un sonido hermético, algo así como blup-bush, y entonces una figura ha emergido envuelta en un haz de luz. Llevaba un traje púrpura y brillante, una capa con un cuello dorado y unas botas también doradas. En el pecho, tres estrellas doradas latían como corazones. Tenía la cabeza alargada, sin un solo cabello, y una barba rala que se acariciaba al hablar. Me ha saludado como Zorbon el Elector, un viajero interdimensional que representaba al Consejo Supremo de Frodax Wonthreen Rrr' n' fargh. Parecía que hablara en mayúsculas. Zorbon me ha explicado que venía de un universo paralelo al nuestro. Nuestros universos coinciden casi en todo, salvo en que allí los colores verde y rojo están intercambiados y el bizcocho sabe distinto.
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MI HERMANO ES UN SUPERHÉROE
HumorSi me hubiera quedado en la casa del árbol, yo sería el superhéroe. Pero tuve que bajar a hacer pis. Que mala pata... Justo en ese momento, al empollón de mi hermano le concedieron seis superpoderes. ¡Y ni siquiera le gustan los cómics! ¡EL UNIVERSO...