El Cuñado Estorbo [Bingqiu/ ModernAU]

V

Shen Yuan caminó arrastrando los pies.

Apenas había regresado de ir a una convención y estaba exhausto. Sólo había comprado otro montón de libros para seguir quejándose mientras veía a los demás lucirse en sus cosplays.

Hacía horas que se moría de hambre y la comida insípida de Qi Qingqi no le apetecía mucho, además, de todas formas no le daba tiempo de ir a casa y luego al trabajo. Por esto decidió que era buena idea ir al restaurante Chunsan. Aún podía recordar el sabor de la comida y sintió su estómago rugir.

Llegó frente al lugar, que estaba inesperadamente vacío. Asomó su rostro. Los empleados seguían barriendo el lugar y arreglando las mesas.

Shen Yuan suspiró decepcionado.

—¿Shen-xiong?—llamó Luo Binghe mientras limpiaba una mesa con un trapo. Dejó su trapo ahí y se acercó demasiado a Shen Yuan.

Shen Yuan repentinamente se sintió tímido y puso sus manos entre ellos. Después de todo, Luo Binghe era un poco más alto. Y a Shen Yuan no le gustaba la sensación de mirar hacia arriba.

—Ah...hola—saludó. Luo Binghe tomó una de sus manos distraídamente y jugó siguiendo el contorno de su mano con sus dedos.

—El chef aún no llega, pero si Shen-xiong me deja, puedo prepararle algo rápido.

Shen Yuan sintió que su mano se adormecía y la retiro. Se sentía un poco incómodo con la escasez de espacio personal que Luo Binghe le dejaba.

—No quisiera molestar—dijo y volvió a intentar empujar lejos a Luo Binghe discretamente—. Debo irme.

Luo Binghe juntó sus palmas y se inclinó hacia Shen Yuan.

—Le prometo que este Luo Binghe aprendió bien la técnica del chef, por favor pruebe uno de mis platos—pidió. Shen Yuan se cruzó de brazos y asintió.

—Adelante entonces—suspiró.

Luo Binghe volvió a tomar su mano y lo llevó a la cocina. Las miradas de los demás empleados se dirigieron furtivamente hacia Shen Yuan, pero Shen Yuan había ignorado cosas toda su vida, así que volvió a hacerlo esta vez, sin ningún esfuerzo.

Después de esperar cierto tiempo, Luo Binghe se acercó con un plato de sopa. A primera vista no era muy diferente a la del chef. Sin embargo, cuando el olor llegó a su nariz, su estómago rugió.

Entusiasmado, sorbió la primera cucharada. La sopa del chef no era nada mala, pero la de Luo Binghe era diez mil veces mejor. Era como cocinada por los cielos. Los fideos eran suaves, pero no gomosos. El caldo tenía el sabor correcto; ni abrumador, ni soso. La cantidad de carne y verduras también fue satisfactoria. En menos de un minuto se había acabado el plato.

Una sonrisa se extendió en su rostro mientras se limpiaba las comisuras de los labios.

—¿Es buena?

Shen Yuan lo miró, sus largas pestañas enmarcando sus brillantes ojos. Asintió seriamente.

—Luo Binghe, tienes talento—dijo y alzó su dedo pulgar. Luo Binghe se sintió muy complacido y se sentó a su lado.

—Shen-xiong, cada que usted tenga hambre, puede pedirme que le prepare algo y lo haré.

Shen Yuan cedió a sus impulsos y aplastó suavemente el cabello de Luo Binghe.

Ahora que lo pensaba, este muchacho no era tan malo. En todo el tiempo no había mostrado ni un poco de alguna personalidad oculta o malas intenciones. Shen Yuan se burló de sus antiguas suposiciones. Alguien que podía cocinar este tipo de comida no debía ser tan malo, ¿verdad?

Cuando salió, había comenzado a llover. No era una gran sorpresa para Shen Yuan, ya que había estado nublado todo el día. Sin embargo, aunque lo había previsto, al final de todas formas olvidó su paraguas. Luego tuvo demasiada pereza por volver por él.

Resignado, se puso la sudadera sobre la cabeza. Por suerte su trabajo no estaba tan lejos, así que podría ir corriendo.

Luo Binghe lo sostuvo antes de que escapara.

—¿Planea irse así?

Shen Yuan se volteó. Lo miró con duda. Luego estornudó.

—¿De qué otra forma me iría?

—Dejeme llevarle en mi bicicleta, será más rápido—ofreció Luo Binghe.

Shen Yuan miró el reloj en su celular. Luego asintió.

Luo Binghe le dió la vuelta al local y regresó con una bicicleta roja. Luego se quitó la sudadera y la puso sobre la cabeza de Shen Yuan. Por último tomó la bolsa que Shen Yuan llevaba en la mano y la puso en la cesta de la bicicleta.

Después de estos preparativos se sentó en la bicicleta y miró hacia Shen Yuan.

—Suba Shen-xiong.

Shen Yuan subió torpemente mientras le indicaba a dónde ir. Por un momento dudó sobre dónde debía poner sus manos. Finalmente las puso gentilmente en la cintura de Luo Binghe.

No obstante, cuando Luo Binghe comenzó a pedalear, Shen Yuan se abrazó completamente a su torso.

Sentía que en cualquier momento saldría volando, así que gritó:

—¡No vayas tan rápido!

Luo Binghe disminuyó un poco la velocidad, lo suficiente para que fuera un viaje más amable.

A pesar de eso, Shen Yuan temía que derraparan en algún momento debido a la lluvia, así que abrazó a Luo Binghe como un koala.

Cuando llegaron, bajó temblando.

—Gracias, Luo Binghe—agradeció con la tez aún pálida.

Luo Binghe sonrió.

—No hay de qué.

Luo Binghe esperó hasta que Shen Yuan entró a la tienda. Comenzó a pedalear lentamente, balanceándose de un lado a otro. Pero conforme avanzaba, con una vaga idea de la causa, el recuerdo del calor de Shen Yuan en su espalda despertó su corazón y comenzó a pedalear con violencia. Dejó que la lluvia mojara sus mejillas sonrojadas y calientes mientras sonreía hasta que le dolió la cara.