Capítulo 1

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Fanfic corto de Ranma ½, los personajes le pertenecen a la gran mangaka Rumiko Takahashi. Historia escrita sin fines de lucro, solo por y para fans.

Si al leer la descripción empezaste a cantar o tal vez te recordó a una canción es porque sí, la historia se inspira en la canción de Joan Sebastian, Rumores.

Fanfic con un final distinto al manga.

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Narra Ranma.

Después de que regresamos de Jusenkyo los viejos nos obligaron a casarnos, Akane estaba dispuesta a hacerlo, pero yo no estaba convencido. Sí la amo, sí se lo dije en Jusenkyo cuando sentí que la perdía pero, si ella solo se casa conmigo por eso y no porque me ame entonces no quiero nada, además aun soy joven, quiero vivir más tiempo de soltero.

Pero después de todo, después de que los locos de nuestros "amigos" intentaran arruinar la boda, y no lo consiguieran; según papá el señor Soun le había pagado una buena cantidad a Nabiki para evitar así, a toda costa que alguien logrará que Akane y yo no nos casaramos.

Así que ahora, aquí estoy, casado con Akane, aún no hemos terminado siquiera la preparatoria ¿creen que eso es justo? Mínimo se hubieran esperado a que terminaramos esa escuela, pero no, sólo aprovechan cualquier oportunidad, ni siquiera les preocupo que Akane estuviera apunto de morir.

Y bueno, ahora ya llevamos tres meses casados, nos obligaron a dormir juntos, de echo hasta se tomaron la molestia de cambiar la cama individual de Akane por una matrimonial donde según ellos estaremos más cómodos y tendremos más espacio para... para... ¡¡Ah!! ¡¿A quien le importa?! Son unos malditos viejos pervertidos que solo piensan en tener ya un heredero.

Bueno de todas formas Akane y yo no hemos echo nada aún, si ni siquiera nos hemos besado, ¡menos aún hacer algo más!

Aunque Akane es diferente ahora, no es la misma que antes y es menos agresiva, se podría decir que hasta a veces es ¿cariñosa? No lo sé, simplemente es diferente. Es más comprensiva y hasta algunas veces a vuelto a prepararme de comer; y por las noches ya cuando es de madrugada ella se acerca a mí y se acurruca tras mi espalda, muchas veces buscando mis brazos, y no es que yo no quiera abrazarla ni mucho menos pero, oigan soy un chico, ¡por Dios! Si lo hago no sé cómo podrían terminar las cosas, es que Akane tiene un cuerpo perfecto, no puedo evitarlo, y siempre termino apartandola de mi.

Se que quizá está mal, ya que ella ahora es mi esposa, pero si ella me dijera alguna vez que me ama podría corresponder, así estaría seguro de ello.

—¡Ranma! —grito Akane, tras tocar la puerta de la habitación—, se nos hará tarde.

—Sí, ya voy —respondí.

Era de mañana, y estaba tardando un poco en alistarme para irnos a la escuela.

—Está bien, te espero abajo.

—Sí —me apresure a decir tomando mis cosas.

Al bajar Akane estaba esperando, mamá pregunto si iba a desayunar, pero rechace el desayuno ya que llegaríamos tarde.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar hacía el colegio, Akane iba callada.

Nadie de la escuela sabe que estamos casados, y es mucho mejor así, de lo contrario no sé cómo actuarían. En la escuela seguimos comportándonos igual, no crean que me he librado de el mazo de Akane. Solo es diferente cuando estamos solos.

Y se que aún no estoy preparado para ser esposo, pero, aún así ahora no me gustaría separarme de ella jamás, el tenerla a mi lado a todo momento, el sentir sus pequeñas manos rodear mi espalda por las noches, eso... eso es lo mejor del mundo y lo que deseo por siempre, tenerla a ella.

No necesito nada más para ser feliz, nada.

La campana de la escuela me saco de mis pensamientos. Llegábamos tarde. Comenzamos a correr.

A la salida volvimos juntos, otra vez no hablamos, pero, quería tomar su mano. No lo hice.

—¡Ya volvimos! —Akane nos anuncio, nos quitamos los zapatos y entramos.

No escuchamos a nadie. Subimos a la habitación y dejamos nuestras cosas. El patito en la puerta ahora no solo decía "Akane" ahora también tenía mi nombre, decía "Ranma y Akane" aunque está vez no solo habían puesto mi nombre con marcador, está vez habían mandado a hacer uno nuevo, y este pato nuevo que indica que aquí es nuestra habitación, realmente es mucho mejor.

Era cierto que Akane y yo ya no discutíamos muy a menudo, también era cierto que Akane decía mi nombre cuando duerme, como también es cierto que yo desearía que Akane dijera que me ama. Todo eso lo dijo Nabiki y sin duda no se equivocó.

—¿Vienes abajo? —preguntó Akane y volví a salir de mis pensamientos.

—Sí —respondí—, vamos.

La tarde siguió normal, Kasumi nos pidió que fuéramos a comprar algunas cosas para la cena y así lo hicimos, acompañe a mi esposa y tuvimos aunque no fuera realmente una salida, un momento agradable.

Cenamos en familia, mamá, papá, el señor Soun, las mayores Tendo, Akane y yo. Todo normal.

No lo dije pero, aunque nuestros "amigos" aún no se rinden con respecto a nosotros, comienzan a aceptar que ya estamos casados y que eso no lo pueden romper.

Y después de cenar, ver un rato algún programa en el pequeño televisor, para al final ir a dormir junto a ella, mi esposa.

Está vez... esta noche no sentí tu cuerpo junto al mío, ni tampoco tus brazos rodeando mi cintura ¿qué pasó? Te extrañe.

No sé porque no te acercaste a mí, no tuvimos una pela y aún así en el tiempo en el que llevamos casados, aún cuando nos peleamos te acercaste a mi en la noche y entonces ¿por qué ahora no? ¿Qué hice?

Te necesito, Akane.

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