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Botem, la versión corrompida de la Tokyo manji, donde ni uno de los miembros fundadores participaba a excepción del comandante mikey el invencible
(N) Hiryuu también antigua miembro fundadora de la toman, la única chica en la pandilla pero la más fiel de todos, siguió a mikey sin importar que, lo siguió tanto por el camino correcto como por el incorrecto
Todos le dijeron que no lo siguiera, que sería peligroso, pero ella no los escucho
¿Y si les hubiera echo caso?
No. Ella no hubiera conocido a sus hermosos novios
Si ella no hubiera seguido a mikey hasta el final, quizás jamás los hubiera conocido
Los hermanos haitani.
Los hombres que la protegían y la trataban como su reina
Ella se sabía cuidar, claro esta, pero ella prefería mil veces ver como esos dos hombres la protegían, prefería ver como esos hombres golpeaban a los demás por ella
Ahora botem era su vida pero los hermanos haitani la razón para estar en ella
Le entristecía mucho el cambio de mikey, incluso siempre trataba de animarlo, aunque corriera el riesgo de terminar con una bala en la cabeza
Aunque los haitani siempre terminaban alejándola de el por su seguridad
- Hime-chan~ en que piensas? - pregunto Ran en su oído
- te metiste en tu mundo chibi-chan~ -ahora fue rindo el que hablo desde tus piernas.
Estabas sentada arriba de Ran, mientras que rindou estaba abrazando tus piernas, los tres en el sofá.
- no es nada, solo pensaba que hace mucho no como helado - respondió sonriendoles.
Ellos sonrieron por el antojo algo infantil de su chica, casi nunca pedía nada de ese tipo, siempre fue algo callada y reservada
- bien entonces cumplamos el antojo de chibi-chan - dijo Rindou separándose de las piernas de la femenina con todo el pesar del mundo.
Ella sonrió.
- no es necesario, de verdad, deben estar ocupados. - dijo (N).
- Rindou ya se levantó hime-chan, tendremos que ir por tu helado - respondió levantándose una vez tu lo hiciste.
- además, si estuviéramos ocupados no estaríamos aquí pidiendo mimos de tu parte - esta vez fue Rindou el que hablo.
- si, si lo harían - respondiste riendo.
- shhh. - te callaron ambos.
Después los tres rieron y fueron por tu helado
Ellos sabían que ese era un mundo cruel, así que no permitirían que robaran tu sonrisa, ellos la protegerían a capa y espada
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