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Izana era su mejor amigo desde siempre, se conocieron en el orfanato, ambos estaban solos y perdidos en la vida, así que decidieron hacerse compañía mutuamente
Básicamente eran hermanos, izana era el rey y ella era la princesa, se conocían incluso desde antes de que kakucho llegara
Por eso no podían evitar estar juntos todo el tiempo, eran mejores amigos, casi hermanos
Y aún así a los haitani les provocaba celos
Estos se sentían culpables, pues sabían por lo que pasaste, sabían que izana fue tu salvación, y en cierta parte le agradecían
pero era simplemente imposible no tener celos
ver como eran tan apegados, como el tenia un trato diferente contigo, como era tan atento, y tu, como pasabas tanto tiempo con el
incluso mas que con ellos
realmente temían perderte
eso si, cada uno ponía sus limites, izana te tenia respeto, y no te tocaba mas de la cuenta, al igual que tu, por respeto a tus parejas, no te dejabas tocar de mas, e incluso mantenías tu distancia
pero aun así les era inevitable no temer por que los dejaras
no es que ellos no confiaran en ti, si no que simplemente, temían que te dieras cuanta que hay personas mejores que ellos, incluso si izana no lo fuera
no soportaban verte con alguien mas, no soportaban la simple idea de ti estando con alguien mas
eran sobreprotectores y muy territoriales, incluso aveces se detuvieron a pensar si estaban siendo toxicos, descartando esto por el simple echo de que cuando te preguntaron negaste totalmente ese echo
tenían un dolor irracional por la simple idea de que los dejaras
y solo se hacían mas daño en el momento en el que decidieron seguirlos a ti y a izana en una de sus tantas salidas
veían como izana tomaba tu mano al momento de cruzar la calle, o cuando pasaban a través de un montón de personas, veían como le sonreías emocionada por cualquier cosa y el como este te respondía de la misma manera.
ellos estaban cocientes de que ustedes no sentían nada mas que un amor de hermanos, sabían que entre sus sonrisas y tomadas de mano no había mas que inocencia
y se sentían fatales, porque sabían que de cierta forma estaban traicionando tu confianza
sintiéndose mal con esta idea, decidieron regresar a casa, para esperarte ahí, y disculparse de manera silenciosa contigo.
una vez llegaron a casa, pasando unas horas, llegaste tu, los saludaste con abrazos, para después ir todos juntos a la sala para hablar
- ¿quieren decirme algo?- cuestionaste con falsa seriedad.
- decir que? - pregunto confundido rin.
suspiraste
- se que me estuvieron siguiendo casi todo el día - confesaste.
ambos chicos bajaron la cabeza arrepentidos.
- lo sentimos - se disculparon.
tu solo sonreíste calidamente para después abrazarlos
- no tienen porque disculparse, se que se preocupan por mi, pero no deberían, también se que son muy celosos, lo cual no me molesta- suspiraste - sin embargo, ustedes saben que izana es como mi hermano, no hay nada mas aya, y jamas pensaría en dejarlo o cambiarlos por alguien mas, yo los amo ustedes y solo a ustedes. - sonreíste.
los chicos te miraron para después apretar mas el abrazo, y agradecerte por tanto
te amaban tanto como tu los amas a ellos
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Disculpen la tardanza!!!! Ya entre a clases precensiales y se me esta haciendo muy difícil el escribir!!
