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Marty despertó sintiendo que todo lo que vivió fue un sueño, pero al ver que estaba en el laboratorio del Doc con el DeLorean ocultó por una manta y algunas cajas en una de las esquinas, supo que todo había sido muy real.

Vio el reloj de la pared, eran cerca de las 11 de la mañana, el Doc no había ido a verlo, pero Marty no lo culpo, lo había desobedecido en lo único que le pidió, tenía derecho a estar enojado con él.
Vio que en la mesa había un pequeño desayuno, seguramente el Doc se lo había dejado antes de que despertará.

Sonrió al ver esto, Emmett podía ser tan amable aunque estuviese enojado, otra razón que agregar al por qué lo amaba.
Se levantó de la cama y se sentó en la silla al lado de la mesa, empezando a comer la comida que le dejó.
Definitivamente tenía que pedirle perdón, pero sentía que una simple disculpa no bastaría.
Y entonces una idea se le vino a la mente, pero para hacerla debía de buscar algo.

Comenzó a mover las cajas y papeles que había por todo el laboratorio con cuidado de que no se le cayera algo, no quería que alguien en la casa escuchara que había alguien en el garaje.

Después de un buen rato encontró lo que buscaba. Le quitó el polvo a la guitarra que había encontrado.
El Doc un día le regaló esa misma guitarra, claro que en su tiempo el científico la había limpiado y cambiado las cuerdas. Recordó que el Doc le dijo que había sido suya cuando tenía cerca de 15 años, su padre se la había regalado por su cumpleaños, creyendo que tal vez pudiese aprender a tocar, nunca lo hizo, pero no tuvo el valor de venderla, después de todo había sido un regalo de su padre.

Marty sonrió y revisó las cuerdas, no se veían tan mal, un poco oxidadas, pero servirían.
Se sentó de nuevo en la cama y, checando de vez en cuando por la ventana si alguien venía por el ruido, empezó a practicar.

○○○

El Doc guardó sus apuntes y algunos libros en su maletín, salió de la biblioteca de la universidad con paso rápido, creía tener una teoría para poder enviar a Marty de regreso a su tiempo, podía llegar a ser complicado, pero creía que con los cálculos correctos lo lograría.

Pero entonces su mente dejó de pensar en cálculos para sus experimentos, para pensar en la razón de estos, en Marty.
La noche anterior estuvo pensando que sí había exagerado de más las cosas, el castaño había regresado sano y salvo después de todo. Debía de disculparse con él.
Normalmente no era así, siempre que se enojaba con alguien permanecía así con la persona por un buen rato, pero por alguna razón no podía quedarse enojado con Marty. Al pensar en él su mente dejaba de funcionar y solo se podía concentrar en sus ojos azules y su tierna sonrisa.

Sabía que no lo conocía de mucho, apenas habían pasado 3 días desde que lo conoció, pero lo había cautivado de una manera que nadie más había podido hacer.
El Doc no era de las personas que creían en el amor a primera vista, pero... tal vez eso estaba empezando a cambiar.
Aún así creía que era muy temprano para saber con certeza, lo primero que debía de tener en mente era poder llevar a Marty a su tiempo.

Bajó del autobús, como siempre era el último por lo lejos que vivía, y empezó a caminar el último trecho hasta su casa.
Llegó a la propiedad y fue directamente al garaje para poder disculparse.
Respiró profundo antes de entrar al garaje, cuando abrió la puerta vio a Marty sentado en la orilla de la cama.

Marty al ver al Doc se paró enseguida con la guitarra en la mano.
- Sé lo que dirás- empezó Marty sin dejar a Emmett hablar- que soy un inmaduro y desobediente, y tienes toda la razón
Se puso la guitarra y ajustó las cuerdas.
- Por eso te quiero pedir perdón, pero de una manera diferente- dijo mientras le decía con la mirada que se sentará