My all <3 [Edmund Pevensie]

•One•

______ Pov's:

Mis hermanos y yo nos encontramos en la casa de los Pevensie, ya que, mi papá se encontraba en la guerra y mi mamá era enfermera, así que fue con el para poder sanar a los heridos. Se escuchaban explosiones demasiado fuertes, Ed estaba en la ventana viendo todo y yo estaba en un sofá (sillón) sentada con mis hermanos.

—¡Edmund!, aléjate de ahí, ¡Peter!, ¿Qué crees que estás haciendo? —grito la Sra. Pevensie—Peter, llévalos al refugio, ¡Ya! —ordenó.

—¡Rápido! —nos grito.

—¡No, espera, no! —dijo Ed de la misma forma.

—¡Tenemos que irnos! —insistió su hermano.

—¡Edmund, hazle caso a Pet!, Les, Ian vayan, voy por Lu —dije.

—¡No, ______! —grito mi hermana mientras era jalada por Ian.

—¡Vamos Alessa, ella sabe lo que hace! —dijo y la llevo con los demás.

—Mami, Susan, ______ —susurro Lucy.

—Ven Lu, vamos —dije y fuimos con Susan.

—¡Vengan rápido! —hablo apurada la madre de los Pevensie.

—¡Corran! —nos apresuró Peter.

—No esperen, ¡Papá! —grito Ed y se regresó.

—¡Ed!

—¡Edmund, no!

—Voy por el —dije.

—No, tu quédate aquí, yo iré por el —interpuso Pet.

Después de unos minutos, Peter y Ed volvieron.

—¿¡Por qué solo piensas en ti mismo!?, ¡Casi nos matas, eres un egoísta! —regaño Peter a Ed.

—¡Basta! —intervino su mamá.

—¡Suficiente Peter!, deja a Ed en paz —grité y abrace a Edmund.

—¿Por qué nunca haces lo que te dicen? —preguntó.

El resto de la noche Ed y yo estuvimos abrazados, de vez en cuando abrazaba a Lu o a Les. Por la mañana fuimos a la estación de tren, Helen nos dijo que iríamos con un tal profesor Dígory Kirke.

—Papá jamás nos obligaría a irnos —reprochó Ed.

—Si el estuviera aquí no tendríamos que irnos, porque ya no habría guerra —dijo Peter.

—Debes escuchar a tu hermano, ¿Esta bien Edmund? —ordenó Helen.

—No te muevas Alessa —dije en forma de regaño porque no podía ponerle bien la etiqueta.

—¿Crees que mamá y papá estén bien? —preguntó viéndome.

—Claro que están bien, son mamá y papá, ellos están bien y vendrán por nosotros en cuanto esto termine —respondí y acabe de ponerle su etiqueta.

—Es hora, ya váyanse —dijo Helen.

—Déjame, puedo subirme al tren yo solo, sueltame —reprochó Edmund.

—¿Me permiten sus boletos? Sus boletos —hablo una señora, Peter miraba hacia otro lado y Susan se los dio—Todo en orden, suban.

Subimos y Susan, Peter, Lucy y Edmund se asomaron para buscar a su mamá y despedirse.

—Adiós mamá, volveremos, ¡Cuídate! —se despidió Pet.

Buscábamos un compartimiento que estuviera vacío y encontramos uno con dos niños. Entramos y Peter subió las maletas de Lucy, Ale y Susan, estaba apunto de subir la de Ed pero se negó y el mismo la subió. Yo no podía subir la mía por la altura que tenía.