Izuku Midoriya, un chico que sufrió mucho en su vida conocerá a un chico llamado Yuuki Rito y juntos pasarían muchos extraños sucesos hasta que un día siendo secuestrados por científicos sobrevivientes de la Organización Edén son usados en sus exper...
Recuerdo que me quedé ahí... En el suelo... Herido por dentro y por fuera... Pero... Todos esas lágrimas y sufrimiento... Cesaron... Cuándo lo vi... La persona que desde aquel día me cuidó cómo si fuese su propio hijo... Mi abuelo
_???: por fin te encuentro, pequeño Izuku. Tienes sangre en las piernas, déjame limpiarte
-Un señor de una edad un poco avanzada llega dónde Izuku que seguía llorando por sus padres pero al verlo lo reconoce sintiéndose un poco mejor y asiente para ser limpiado con un pañuelo, ese señor... Tenía un peculiar peinado
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_Izuku: gracias... Abuelito
-Ya de pie junto a su abuelo, Izuku seguía triste, tenía los ojos llorosos cosa que Yagi se da cuenta y le muestra su mano para que lo tome y caminen juntos
_Yagi: es hora de irnos, Izuku
-Izuku asiente lentamente y toma su mano, al hacerlo se sintió mejor que antes, quizá era por el hecho de que luego de mucho tiempo sentía una calidez que no sentía... Desde que su padre había muerto hace meses
_Yagi: sé que duele, la pérdida de un ser querido es algo desgarrador, te carcome por dentro, pero es parte de la vida... Tus padres hubieran querido que sigas bien incluso después de morir
_Izuku: yo... No pude despedirme de ellos... La última conversación que tuve con Papá... Yo estuve molesto con él... Sólo le grité... Y con Mamá... Lloré... ¿Porqué pasó todo esto? ¿Acaso fui un mal niño?
-Las muchas preguntas que se hacía Izuku las oía Yagi, que no sabía cómo responder. Hasta que hace una que lo escucha atentamente
_Izuku: ¿yo fui el responsable de la muerte de Mamá?
-Deteniéndose por un segundo Yagi se agacha y pone sus manos en los hombros de Izuku que soltaba muchas lágrimas por lo que dijo
_Yagi: Inko, mi hija, no se encontraba bien. Tenía problemas, y un viejo cómo yo no pudo ayudarla, jamás queríamos que esto pase. Pero no es culpa de nadie... Izuku, mucho menos tuya
-Llorando de misma manera al hablar de su hija fallecida, Yagi respira profundamente y seca sus lágrimas y las de Izuku, para mirarlo fijamente a los ojos y hablarle sobre un tema importante
_Yagi: pero... Aunque hayan momentos tristes la vida nos deparará felicidad también... Lo que dijiste antes... Odiar... No lo hagas... No te culpes por los errores que cometen otras personas... Y no odies por lo que otros hagan
_Izuku: pero... Aún así quisiera cambiar todo esto... Evitarlo... De algún modo...
-Yagi sin dejar de mirar a su nieto se levanta y poniendo su dedo en el pecho de Izuku en dónde se encontraba su corazón, le da una gran enseñanza que nunca olvidará en su vida
