Trato Hecho [Banginho]

14

Fin de semana.

Minho estaba emocionado y a la vez nervioso, pues Yeji, Ryujin y los amigos de Chan lo habían invitado a un club nocturno.

Ya estaba listo, solo faltaba que lo vinieran a recoger.

—¿A qué hora volverás? ¿Con quién irás? ¿Recuerdas el teléfono de casa? —la señora Lee trataba de calmar a Chaeryeong, quien llenaba de preguntas a Minho. Su paciencia se estaba agotando y aunque su madre le haya dado permiso, Chaeryeong no estaba convencida de que su hermano mayor estaría a salvo en un club y mucho menos si era nocturno lleno de alcohol, drogas y quién sabe que más.

—Chae, ya te lo dije diez veces, voy a ir con unos amigos y sí recuerdo el teléfono de la casa.—le recordó antes de bufar.

—Te quiero aquí antes de las dos.—avisó Chaeryeong cruzándose de brazos.

—Hija, creo que Minho es lo suficientemente maduro, además, confío en que él vendrá a una hora aceptable.—Chaeryeong la miró indignada antes de asentir.

Tocaron el timbre resonando por toda la casa Lee.
Minho se dirigió a la puerta, pero Chaeryeong saltó por los sofás para llegar antes que él y lo consiguió abriendo la puerta encontrándose con el par de ami-novias y un auto con varios jóvenes dentro.

—Hola, pequeña ¿Se encuentra Minho?—Yeji se agachó para quedar a la altura de la menor.

—Mi nombre es Chaeryeong, no pequeña.—recalcó frunciendo el ceño levemente.—¿Son amigas de mi Oppa?

—Uhm...—la pelinegra miró a su novia, ésta asintió al instante.

—Sí Chaeryeong, somos sus amigas.—afirmó con una sonrisa. La castaña menor no dejaba de observarla ladeando su cabeza, se veía idéntica a una gatita y sin notarlo, se había sonrojado. —¿Podrías llamarlo?— Chaeryeong sonrió y se adentró para llamar a su hermano mayor.

—¿Por qué si te hace caso a tí? —chilló Yeji haciendo un puchero.—Se supone que yo soy la buena.

—Es el día opuesto.—la castaña rió ante su comentario.

Chaeryeong salió a la puerta principal acompañada de Minho, quien le sonrió al par de chicas que ahora eran amigas cercanas a él.

El pelinaranja saludó a cada una antes de despedirse de Chaeryeong, quien aún no apartaba su mirada de Ryujin.

—Bueno nos vamos...—dijo el pelinaranja antes de sentir la pequeña mano de su hermanita que lo obligaba a detenerse.

Yeji le avisó que lo esperarían en la camioneta de Hyunjin. Chaeryeong le hizo un ademán para que acercara su oído, y él obedeció.

—Esa chica gatita, ¿tiene novia?—Minho supo que se refería a Ryujin, seamos sinceros ella es idéntica a ese animal cuando se enoja.

—Chae; primero, si tiene novia; y segundo, es mucho mayor que tú.—le dijo antes de reir. Chaeryeong  frunció el ceño cuando miró a Yeji sentándose al lado de Ryujin, pero terminó por suspirar pesadamente.