Birthday Sex

♡ Capitulo 5

Empezamos a besarnos desesperadamente, mi camisa ya había salido de la escena, _____ estaba acariciando mi cabello suavemente, la tomé por las caderas y la levanté por los aires, caímos en la cama, ella se subió a horcadas de mi y lentamente bajo el cierre de mi pantalón, libero en sus manos mi gran erección.

-He practicado, tranquilo- dice, frunzo mi ceño ¿enserio me ha dicho eso?

-¿Con quien?- preguntó rápidamente, dando a notar el brote de furia que ha causado en mi con tan solo unas palabras.

-Con el Sr. Banana- dice ella, dejando notar una sonrisa nerviosa, suelto el aire que, sin darme cuenta, había  inhalado y rió levemente, parece tan solo una niña ahora. Me pierdo en mis pensamientos hasta que de mi boca sale un jadeo, dios santo.
_____ me estaba lamiendo la polla como sí fuera un helado o un caramelo, la metía y sacaba de su boca haciendo pequeños círculos con su lengua. Celestial.

Gemía y gritaba como un animal, movía mis caderas al mismo ritmo en el que ella follaba mi polla con su boca, sentí espasmos recorrerme el cuerpo y eyacule toda mi esencia en su linda boquita, que trago hasta la última gota. Satisfacción.

Le quite las medias con los dientes y arranque, literalmente, su brasier dejándome una excelente vista de sus pechos, succione y lamí sus pezones mientras ella se retorcía de placer, no sabia lo que me pasaba, yo no era asi, pero queria serlo.

-Hazme tuya, Justin -dijo en una súplica.

-Quiero probarte- dije, mientras deslizaba ese molesto trozo de tela entre sus piernas.

Jugué con su clítoris lo que en repuesta obtuve un fuerte grito, lamí sus mojados pliegues con lentitud, ella gemía y gemía...

-No pa..pares- logro decir -oh, dios, si.

La follaba con mi lengua una y otra vez, se sentia tan jodidamente bien, ella era dulce y cálida, no paraba quería más, mucho más.

Después de unos minutos más, dandome ese festin con su coño, ella se corrió en mi boca y se sintió tan bien.

-No aguanto más, hazme el amor, Justin- dijo apenas, recuperandose del orgasmo, quiere que le haga el amor, y si, se lo voy a hacer.

En la preparatoria nos habian enseñado como usar proteccion, obviamente nunca pense en usarla ya que creia que perderia la virginidad en el matrimonio, las cosas cambian y en este caso ese cambio es maravilloso. Amaba a _____ y un hijo suyo y mio sería algo hermoso, una bendición, pero no sabía si ella pensaba igual que yo, así que busqué un preservativo, encontré uno en la mesita de noche, en realidad solo agarré uno, uno de los 15 que habia ahí, mi novia planeaba una noche bastante larga, traté de abrirlo pero _____ me detuvo.

-Quiero ponertelo- dijo arrebatandome el envoltorio de la mano.

-Rápido por favor, no creo aguantar un segundo más- sentí como ella lamía la punta de mi polla.

-¡_____! - reclame.

-Lubricación -dijo ella con una sonrisa de lado y extendió el condón a lo largo de mi longitud tan rápido que solté un gemido, madre mia, ella va matarme.

Me subí encima de ella, me acomode en su entrada y mirándola a los ojos, lentamente me introduci en su interior, no sabía como seguir asi que solo entre suavemente. _____ soltó un quejido.

-¿Me detengo?- pregunte rapido, mierda debí, por lo menos, ser mas cuidadoso o haber leido un libro sobre como hacer esto, ella asintió.

-Solo dame un minuto- dijo con los ojos cerrados fuertemente.

Sali un poco de su interior, no todo pero solo para que no le cueste tanto, acomode mi cabeza entre su cuello y esperé. Ella ya no estaba tensa me habia dado cuenta de eso pero yo no me movia.

-¿Justin?- dijo, sin moverme de su cuello siquiera, respondi.

-¿Si?

-¿Por que no te mueves?

-Lo siento, solo que estar tan unido a ti, de esta manera, se siente bien- dije a su oído, ella levantó mi rostro de su cuello y me besó, un beso dulce que rápidamente se volvió más apasionado.

Comencé a mover, inexpertamente mis caderas a un ritmo lento y tranquilo, cada embestida nos sacaba un suspiro, un gemido, un jadeo, un grito de placer.

Llegué a ese punto en el que no me importó nada y fui mas duro, puse sus manos a los costados controlando mis embestidas, le gustaba, me lo decía con la mirada, gemia más y más fuerte.
A la mierda los vecinos.

Empuje una, dos, tres, sentí sus paredes contraerse alrededor de mi miembro, anunciando que llegó a su orgasmo y yo al mío, cada uno gritando el nombre del otro.

Estaba pleno, famélico de felicidad y sobre todo más enamorado de mi novia, que esperaba que algún día fuera mi compañera de vida.

-_____, te amo- dije besándole la frente, ella recostó su cabeza en mi pecho.

-Yo también, Justin, yo también-repitió con voz cansada, pronto ambos caímos en un sueño profundo.

De todos los regalos que he recibido, este ha sido el mejor, perder la virginidad con mi novia era una experiencia que nunca olvidaría y si de una cosa estaba seguro era que esta había sido mi primera vez.

¡Pero no la última!