01 - Cacería de demonios

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Una joven discípula sirvió el té para los dos hombres sentados a la mesa. Por respeto, en ningún momento se atrevió a levantar la cabeza para ver aquellos rostros, así que solo pudo detenerse en el reluciente sable que estaba recostado por la silla en la que estaba sentado el visitante. Los objetos brillantes atraen tanto a hombres como mujeres; pueden significar poder, riqueza y pulcritud, en algunos casos podría llevarte a la perdición. Cuando apoyó la tetera sobre la mesa, saludó con la cabeza agachas y dejó a ambos caballeros en el interior de la habitación, pero curiosa por aquel misterioso hombre, apoyó su oreja por la puerta en cuanto la cerró:

- La Conferencia de Discusión será en un mes ¿Conseguiste algo?

- Mis mejores cultivadores están trabajando en eso, Líder de Secta.

La segunda voz pertenecía al Líder de Secta YingchuanWang, Wang YinYing. Era un hombre ya abandonando sus años gloriosos, manteniéndose muy reservado, pero todos sabían que la codicia brillaba en sus ojos y no dudaría en hacer tratos con las sectas prominentes con el único objetivo de ganarse su favor. Aunque entrado en años, el viejo Wang YinYing no perdía su agilidad y porte al andar, sin mencionar que mostraba una gran habilidad durante su entrenamiento: todos lo admiraban pese a su temeraria manera de exigir el perfeccionamiento, todos se dirigían a él con respeto. Menos aquel hombre que estaba sentado frente a él.

En su lugar, y aunque indudablemente era más joven que el mismo Wang YinYing, el Líder de Secta Wang era quien hablaba cuidadosamente a quien se había referido como "Líder de Secta", como si no quisiera provocar su ira:

- Tengo a dos buenos cultivadores encargándose de la investigación; son tercos, y hasta ahora siempre cumplieron con sus objetivos.

- ¿A qué te refieres con "hasta ahora"? Estoy cumpliendo con lo que pediste, liberando las fronteras para que tu Secta prospere. Cuando dijiste que existía una manera de contener esta maldición, solo puedo ver prosperidad en el futuro de mi secta. Quiero que tu investigación tenga éxito, cueste lo que te cueste.

La joven logró escuchar un golpe seco, seguido de la vajilla que estaba sobre la mesa siendo sacudida. Se sostuvo el pecho con temor y casi abandona sus intenciones de seguir espiando, pero la voz suave del viejo hombre se volvió a escuchar:

- Que torpe de mi parte haber cometido un error al hablar descuidadamente al dirigirme a usted, Líder de Secta. Entiendo su ansia en conseguir una respuesta: una vez que escuchó de Wu SiXiang que podríamos ayudarlo, usted prestó la suya a cambio.

- Necesito que encuentren pronto una manera de controlar...

- Las paredes – interrumpió – pueden tener ojos y oídos, Líder de Secta.

La joven se alejó repentinamente de la puerta, temerosa de que la descubrieran y se giró sobre sus talones para marcharse de inmediato. El crujir de la madera llegó a sus oídos desde su espalda y sus pasos se paralizaron; sin mirar quien era la persona que estaba detrás, cayó sobre sus rodillas y su frente golpeó el suelo mientras hablaba:

- Esta discípula no escuchó nada, mi señor.

- ¿Cómo podrías intuir qué estaba por preguntar si es que no escuchaste?

La joven jadeó, aterrada al escuchar aquella voz imponente firme y helada, que en nada se asemejaba a la del Líder de Secta Wang. La persona que salió por la puerta, no era otro que aquel hombre que lo acompañaba. Los pasos que se acercaron eran seguros y pesados; una vez que el cultivador se detuvo junto a ella, la joven sintió el frío metálico del sable detrás de su cuello.

- ¿Qué escuchaste?

- ¡Solo que es un benefactor! ¡Usted ayuda a nuestra secta, mi señor! Nada más, no escuché nada más.

- Madam Lan -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora