Día quince.

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Querida Malú:

Hoy no fue un día muy bonito. Si mezclas a una niña albina con un don de comunicarse con los muertos y a niños que no tienen ni la más mínima empatía por nada ni nadie, el resultado final es caos. Caos por todas partes.

Es decir, no es novedad que niños más grandes que yo se burlen de mí por ser albina, pero esta vez ellos no tuvieron nada que ver, esta vez fueron los de mi salón. Me molestaron mientras compraba un juego de naranja junto a Mackena. Sus burlas no era a lo que le prestaba atención al principio, mi mente y cuerpo estaban concentrados en el llanto de un bebé. 

El llanto del bebé me irritaba lo oídos y el bullicio de las burlas hacía mí también me aturdían. Se hizo un caos en mi cabeza y mi alrededor que termine gritando y golpeando a uno de los que me molestaban. Le tiré un diente. El chico se enojó, me empujó y también me iba a pegar, pero de alguna forma Isaac lo impidió. 

Él me defendió.

Terminó peleando con el chico y sus amigos. Llamaron a los profesores para separarlos y al final llamaron a nuestros padres, Isaac y los chicos de mi salón están suspendidos al igual que yo. 

Querida Malú [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora