Parece que han pasado meses y sin embargo son solo tres días, tres días desde que todo se terminó.
Desde que el dolor, el miedo, el enojo y la triztesa se apoderaron de mi.
Y mi cabeza como la de una persona ansiosa en crisis, ha empezado a repasar todo en su cabeza, buscando errores, en cómo podía mejorar, en las cosas que debió haber cedido, pero mi parte racional lucha y se impone diciendo que no es mi culpa, no es culpa de nadie, son cosas que pasan.
Tal vez me faltaron cosas con respecto a cubrir sus necesidades, ya saben el típico cada persona tiene un idioma del amor. Pero yo jamás le fallé, le fui infiel, le mentí o le falté el respeto. En mi medida se que crecí como persona y aprendí de la vida y el amor. Y al final solo se que me ama, pero ya no se siente bien conmigo.
Y yo puedo haceptar eso por un momento, pero tengo esta lucha continua entre dos personas en mi interior, la amiga razonable y la exnovia furiosa, por todo lo que se prometió que para mí eran metas, y luego está el hecho de que las palabras son sólo eso, palabras y me siento tonta.
Todo esto es realmente confuso, de los procesos más dolorosos en mi vida. Si, de los amores nadie muere, se que la vida sigue y que los proyectos personales están ahí, pero cuando uno empieza una relación, al menos en la vida adulta yo creo que todo se vuelve mas real, mas serio y estructurado.
Y se me olvida que aunque no es una mala persona y que eso quede claro, no todas las personas tenemos el mismo nivel de compromiso, y ahí están los inconvenientes.
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Crónicas de una muerte anunciada o no
RandomAcompañenme a esta historia de autorreflexion mientras sano.