thespian | kookv

dos

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Se sentía una mierda.

Siempre era así, aunque en el momento su corazón se emocionara y sintiera de vuelta esa felicidad que tanto extrañaba. Cuando despertaba al día siguiente entre los brazos cálidos de Jungkook y debía forzarse a salir de esa fantasía donde era otra persona quien lo abrazaba para volver a su maldita realidad, se sentía una mierda.

Observó el rostro aún dormido del chico y sonrió inconscientemente con nostalgia antes de cerrar los ojos y negar con la cabeza, diciéndose a sí mismo que ya era suficiente de eso.

Se daba lástima, estaba al tanto de que esa no era la manera más indicada o recomendable para enfrentar su duelo. En momentos como ese, cuando entre su malestar empezaba a reflexionar, sabía que tenía que ponerle fin a esos encuentros que no hacían más que darle felicidad momentánea y luego lo hacían caer desde lo más alto hasta el subsuelo, pero no podía, no era así de fuerte.

Si lo hiciera, sería por Jungkook, porque nada lo hacía sentir más asqueroso que utilizarlo de esa forma, incluso cuando él decía que estaba bien con ello y lo instaba a abandonar su idea de darle fin cada que tomaba el valor de proponerlo. Era obvio que no lo hacía por gusto, quizá un gran acto de altruismo y lastima por él, después de todo, no había forma de que se sintiera realmente cómodo con pretender ser su hermano muerto y fingir que tenían una relación.

Vaya, sonaba tan asqueroso cuando decía las cosas tal como eran.

Llevó ambas manos a su rostro para frotarlo con frustración y soltó un gemido lastimero, las cosas jamás debieron haber terminado de ese modo; si alguien le dijera que estaría en esa situación hace diez años, le hubiera puesto una orden de alejamiento o algo así.

—Buenos días. —Escuchó la voz ronca de recién despertado de Jungkook cerca de su oído y se removió, algo incómodo.

—Buenos días —saludó, deslizándose fuera del abrazo para tomar una distancia apropiada, cosa que hizo reír al menor. Actuaba como si no hubieran follado hace unas horas, pero Jungkook no dijo nada al respecto, porque entendía que para Taehyung, no había tenido sexo con él, sino con su amado Jeon Jungwoo.

—Tae —llamó, captando la atención del nombrado —. De verdad lo siento.

—Ya déjalo. —Viró los ojos con fastidio, recordando las mismas disculpas la noche pasada.

—Pero lo sé. —El mayor alzó una ceja intrigado—. Sé que estuvo jodido solo abandonarte repentinamente después de pelear, yo de verdad no quería hacerte sentir como si lo estuvieras perdiendo a él de nuevo, pero cuando me di cuenta de eso yo...

—Dije que lo dejes —refunfuñó, frunciendo el ceño levemente—. Está bien, solo dime que no te irás sin darme ninguna noticia de ti por semanas, no estoy pidiendo demasiado. —Se abrazó a sí mismo y desvió la mirada hacia algún punto de la habitación—. Aunque, bueno, también me gustaría pedirte que no te vayas enojado conmigo así otra vez, podemos solo... tratar de resolver las cosas en el momento, ¿no? Sé que no eres el tipo de persona más preservada, pensar que realmente pudo pasarte algo y lo último que hicimos fue discutir, sería...

—Lo entiendo —interrumpió, evitando que el mayor ahondara de más en sus trágicas memorias—. Sobre las cosas que dije... Fue todo sin pensar, ¿bien? Que no te persiga eso, a mí no me importa hacer esto por ti, Taehyung.

—No puedo creer que eso sea verdad —admitió, guardando silencio un momento antes de continuar—. Ustedes no fueron lejanos después de todo, incluso cuando tus padres lo echaron, tú seguiste ahí. No puedes pretender que crea que no te afecta esta cosa rara... Jungkook, estás siendo demasiado indulgente conmigo, también deberías preocuparte por ti, cortar ese episodio de tu vida y seguir adelante, no entiendo por qué sigues hundiéndote conmigo.