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No odiaba su horario, trabajar tres o cuatro días seguidos turnos de doce horas era pesado, pero la verdad era que prefería mantenerse ocupado con cualquier cosa antes de darse rienda para vagar en su mente. Además, siempre pensó que ser enfermero era su vocación.
Las siguientes horas no se le hicieron tan eternas, increíblemente, y aún contaba con los mensajes hilarantes de Hyungsik cuando tomaba un pequeño descanso de las tareas, podía hacerse el tonto con Sana, pero la verdad sea dicha: le gustaba lo suficiente, aunque eso era obvio desde el primer momento, no le hubiese dejado coquetear tanto si no lo encontrara remotamente atractivo. Le daba curiosidad el empeño que parecía poner en él luego de solo haberlo conocido de paso en una cafetería, sin saber nada.
Pensó que podría dejarlo avanzar a su habitación en un futuro no muy lejano, pero no más de eso, Taehyung no se mentía a sí mismo cuando decía que no quería una relación, el solo pensarlo ya lo agotaba.
Se rio para sus adentros, ¿cuándo se había vuelto tan "fácil"? Ni siquiera había pasado una semana.
Cuando por fin pudo llegar a su departamento, el reloj marcaba casi las ocho. Se dejó caer de plano en su cómodo sofá y sintió que podría caer en coma ahí mismo, emitió un quejido pensando en qué podía cenar antes de tomar un baño y relajarse en su cama.
—Ah, llegaste.
Se sobresaltó al oír de repente una voz en el silencio de su piso, levantó la mirada hacia el pelinegro secando su cabello húmedo con una toalla, supuso que había salido del baño. La duda en sus ojos era clara o quizá Jungkook solo había aprendido a leerlo muy bien, como si escuchara sus pensamientos, habló:
—No he tenido una semana fácil, casi me despiden. —Taehyung frunció el ceño, pero antes de soltar un sermón, el chico continuó—. Dije casi, Dongseok me dejó quedar si básicamente trabajaba como esclavo todo el día hasta cubrir todas las horas que debía como extras sin remuneración, ahora es como si viviera en el taller. Ese maldito imbécil, tan cruel, pero justo.
Taehyung sonrió suavemente, ese hombre quizá aguantaba aún más y mejor a Jungkook que él, lo tenía bajo su ala. A estas alturas, el menor debió perder su empleo hace bastante, tenía mucha suerte de encajar bien con su jefe.
—Si yo fuera él, también preferiría verte lloriquear y matarte trabajando antes de echarte sin más.
—Claro, los sádicos se entienden —dijo, apoyándose en la esquina del sillón.
Miró a Jungkook por un momento, su visita hace unos días había sido tensa como la mierda, él había tenido un colapso emocional apenas vio su rostro familiar, pero parecía que ahora estaban volviendo a su anormal normalidad.
—Te dejé algo de comer en el microondas. —El mayor alzó las cejas, Jungkook resopló—. No te emociones, solo compré comida china de camino aquí.
—Eso está mejor, aunque comería a ciegas algo que hayas preparado en este momento, eso dice mucho.
Jungkook chasqueó la lengua.
—Yo cocino muy bien, solo para que sepas. A Mingyu le encanta mi pasta.
Dejó sus cosas y se encaminó a la cocina para calentar su plato, mirando cada tanto al chico de reojo. En general, Taehyung sentía que ese último año habían estado distanciándose gradualmente, ellos follaban habitualmente y eso podía mantener a Jungkook en su casa, pero su comunicación había empezado a degradarse. Esas visitas aparentemente normales lo alegraban, pero ocurrían cada vez con menos frecuencia o acababan distorsionándose.
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thespian | kookv
FanfictionA Taehyung le gusta vivir en la fantasía donde no es Jungkook quien lo está besando. • taekook au! • top!kook + bttm!tae • smut • drama • angst