¿Sabes cómo es cuando conoces a una chica? Pero no una chica cualquiera. Digo una chica de las que con sólo mirarlas se te pasan mil cosas por la cabeza. Y me refiero al justo momento en el que la conoces. En esos primeros minutos, sí, esos de ansiedad y nerviosismo, en los que con un tedio incalculable, sientes como si se te detuviera el tiempo, en los que se te resecan los labios y la voz se te quiebra. Vale, pues justo así me sentía yo.