Y encontró lo que toda chica desearía, lo que incluso una chica como ella -rota, indecisa, insegura e indomable- siempre estuvo buscando. Encontró alguien bueno, alguien que se preocupaba por ella y estaba dispuesto a luchar y darlo todo solo por verla feliz y sonriendo. Pero al parecer eso también la asustaba, o era demasiado lo rota que ya estaba entonces. Tanto así, que no supo retenerlo, no supo aprovecharlo, y aunque en el momento le pudiera doler, lo que no sabía, era que en el futuro sería que verdaderamente lamentaría no habérsela jugado ella también.