Un secreto de... ¿Cuatro?

Capítulo 3 ¡A trabajar!

Llegamos a casa, saludé a mí familia, mí madre una mujer fuerte y trabajadora que siempre dá lo mejor por su familia, mí padre un hombre trabajador pero algo frío la mayoría del tiempo, mí hermanita mediana una niña solitaria pero a la vez bastante divertida, y por último mí hermano menor un niño extrovertido y sin preocupación alguna del mundo exterior, después de todo es un niño pequeño aún; subí a mí habitación para dejar mis cosas y cambiarme de ropa, bajé a la cocina y ahí se encontraba mí madre cocinando, quien sutilmente me preguntó lo que cualquier madre preguntaría a su hija después de su primer día de clases...

- ¿Que tal tu primer día de escuela? ¿Conseguiste nuevos amigos?

- Bien, y no mamá no hice amigos nuevos

- ¿Por qué no? Solo convives con nosotros y con tus tres amigos de la infancia ¿No crees que ya es tiempo de que te animes a conocer personas nuevas y hacer más amigos? Tal vez puedas conocer algún chico guapo y lindo

- No lo creo mamá sabes que soy muy tímida, además sabes que eso no me interesa

- Si lo sé, pero deberías darte aunque sea una oportunidad en el amor cariño

- No lo sé mamá no estoy segura de eso

- De acuerdo cariño otro día lo hablamos... Llama a los demás para comer

- Si mamá

Mí respuesta fue una de las muchas mentiras que eh tenido que decirle a mí madre y al resto de mí familia desde aquel insidente, del cual no sabían nada y mismo del que planeaba no contarles nunca, de pequeña nunca mentía y cuando llegaba a hacerlo me sentía culpable ya que no me gusta hacerlo, y mucho menos tratándose de mí familia, sin embargo es algo que estoy dispuesta a hacer para mantenerlos a salvo de las personas que ahora involuntariamente forman parte de mí vida.

Terminamos de comer y durante todo ese tiempo hubo bastante silencio, el cual hizo que volviera a hundirme en mis pensamientos como de costumbre, y al estar navegando entre ellos me topé con el recuerdo de ese chico que conocí en la escuela, no pude evitar sentir ese nudo en la garganta, y con el unas enormes ganas de llorar porque el sentimiento que me provocó su comportamiento hacia mí era el mismo que sentía cuando estaba con Carel, acaso...¿Me había enamorado a primera vista? Le di vueltas y vueltas al asunto y llegué a la conclusión de que no era el caso, sino que simplemente había estado tan necesitada de afecto y atención por demasiado tiempo, tanto que no lograba diferenciar mis emociones, así que solo decidí hacer lo mismo que antes... Apagarlas, tenía que cuidar mis sentimientos, me prometí que no volvería a enamorarme y eso es lo que eh estado haciendo y seguiré con ello.

Finalmente llegó la noche, todos se fueron a dormir como de costumbre, esperé a que diera la hora de siempre para ir a trabajar y así fue, dieron las 12 de la noche y todos estaban profundamente dormidos, ya era hora, me levanté de mí cama y acomodé una almohada para simular mí precencia, me dirijo hacia el clóset para tomar mí ropa, un pantalón de estampado militar un poco holgado con una playera de mangas cortas de color blanco y unas botas negras tipo militares de uso rudo, peino mí cabello en una coleta, tomo mí teléfono, mí mochila y salgo por la ventana, al llegar abajo ya me estaban esperando, los tres vestidos igual que yo dentro de una camioneta de color negro y blindada, me acerco y entro en ella sentándome de copiloto como de costumbre y fuimos hasta nuestra área de trabajo o cuartel general, después de conducir durante 1 hora finalmente llegamos, una vieja fábrica abandonada, propiedad de Edgar como parte de una herencia por parte de sus padres, entramos y todos nuestros hombres estaban dentro trabajando, fabricando armas, armando equipo de cómputo, entre otras cosas, al vernos nos saludaron como de costumbre...

- ¡Bienvenidos señores!

Se qué no era correcto lo que hacíamos ya que era ilegal, y estoy consiente de ello, pero a la vez me siento enormemente orgullosa de mí al escuchar a tanta gente llamarme su jefa o líder, les dije que siguieran trabajando y así lo hicieron, lo mismo hice con mis tres compañeros y cada uno se acercó a su área a monitorear a la gente que cada uno tenía a su cargo, Marcos enseñándoles a usar todo tipo de armas, desde una pistola común hasta rifles, bazucas y granadas, Edgar mostrándoles como fabricar todo tipo de armas, y Gina en las computadoras enseñándoles a usarlas para su propósito principal, infiltrarse en todo tipo de archivos al rededor del mundo, desde una laptop común hasta archivos confidenciales del gobierno, y yo encargandome de sacar la basura, y con eso me refiero a saldar deudas de dinero, armas y demás cosas con diversas personas de una u otra forma, es decir me pagaban por las buenas o por las malas, si, yo soy quien se mancha las manos de sangre en el trabajo, hasta ahora llevaba en mí historial criminal 587 muertes y contando, porque en el mundo de la mafia solo así te das a respetar, demostrando que tienes el valor de acabar con la vida de las personas sin sentir remordimiento alguno por ello, eso no fue difícil para mí ya que todas las personas a las que había matado eran criminales, ladrones, secuestradores, asesinos, violadores, traficantes de todo tipo, entre otros, pero como todo en la vida esto tiene un motivo ¿Cuál? Venganza...