Isabella

344 26 0
                                    

*+*+*+*+* Capítulo 5: Isabella

Isabella caminaba lentamente, con la ropa empapada, lágrimas en las mejillas y un paquete en sus manos; hacia la casa de sus difuntos abuelos. Mas gotas caían del cielo, confundiendo aquellas lagrimas con la lluvia de ese frio día. Se acercó a la puerta, abriéndola con las manos temblorosas. Al entrar y cerrar la puerta, se dejó caer lentamente mientras intentaba comprender lo que estaba pasando y deducir el contenido de aquel paquete. "Para: Isabella" eran las únicas palabras escritas afuera en el paquete, sin esperar más, rasgó el paquete con cuidado. Una carta y un libro, eran los objetos que se podían distinguir. Sostuvo el sobre, buscando a ver si conseguía alguna esencia de él, algo más además de su ordenada caligrafía. Abrió la carta con cuidado. Tenía distintas emociones que la embargaban, sentía rabia y dolor por aquel hombre que la hacía llorar todas las noches y era la causa de sus continuas borracheras; pero al mismo tiempo anhelaba la calidez de su abrazo y aquellas sonrisas que le robaba sin ninguna dificultad. Sacudiendo todos esos recuerdos, empezó a leer la carta, carta cuya escritura le era tan familiar.

"Mi querida Isabella:

        Sé que vas a querer botar la carta, destruirla o hasta quemarla, tienes toda la razón  para estar molesta conmigo, pero por favor, por primera vez en tu vida hazme caso, escucha lo que tengo que decirte, más bien leer lo que te escribí."

—Ni siquiera en una carta puede dejar de ser estúpido— susurró con voz ronca, abrazándose las rodillas y con el libro entre su estómago y el regazo.

"No era mi intención dejarte de la forma en cómo lo hice, fue algo que me costó mucho hacer, pero no me quedaba otra opción, te lo juro por mi difunta madre que no era mi intención herirte; lo hice por salvar a mi madre, alguien  me había dado el dinero para su tratamiento, pero sólo me lo iba a dar si me separaba de ti, te estarás preguntando quién habrá sido pero para no herirte más, decidí no decírtelo."


Isabella jadeó por la sorpresa, y releyó aquella parte que no podía creer. La señora Gloria había muerto. Y él se había alejado para salvarla. Isabella no podía comprender quién podría ser tan cruel y usar la enfermedad de la señora Gloria, como chantaje. La rabia la volvió a invadir, pero esta vez por otras razones. No se podía terminar de creer lo que le había escrito Gale.

—Si es cierto, ¿Por qué no me buscaste?... Podría haberte ayudado... Al menos que sea una mentira, eso es, sólo son mentiras, eres un mentiroso Gale— Se intentaba convencer, mientras retomaba de nuevo la lectura.

"Perdóname, te suplico que me perdones, sé que me estás llamando mentiroso en este mismo instante, pero créeme estás son palabras que vienen desde mi corazón, son tan sinceras como mi amor hacia ti. El libro que vino con esta carta, no es exactamente un libro, es parecido a un diario, escribía ahí cada día desde que te dejé, quiero que lo leas y así sepas de que estoy arrepentido de verdad, en la última parte del libro  está una carta, que sólo deberás leer después de leer todo mi diario, si es que lo lees, si me perdonas léelo y si no, debes saber que lo siento y mucho."


Dirigió su mirada al libro que tenía, acarició la cubierta con indecisión y suspiró buscando fuerzas para terminar de leer la carta.

"También quiero pedirte un favor, sé que soy un descarado por pedirte eso, pero el favor no es para mí, más bien es algo por nuestros seres más queridos que nos acompañan en las buenas y en las malas, quiero que hagas de cupido y unas a Elisa y Dylan, ellos se aman, eso se nota a leguas, pero los dos son tan cobardes que no son capaces de decirlo, gallinas."


Una sonrisa se dibujó en su rostro sin que se diera cuenta, al terminar de leer eso, y darse cuenta que aún pensaban igual y compartían las mismas ideas.

 "En el diario también hay varias fotos mías, no sé si lo quieras ver, pero si los ves, tienes que reconocer que estoy más bueno que antes…"

Rodó los ojos después de leer aquello, era obvio que su ego seguía siendo enorme.

"Ya sé, esto es algo serio. Ahora debo estar fuera del país, pero juro por nuestro amor que volveré por ti y por nosotros. Debes recordar que suelo ser muy terco, regresaré por tu perdón, y no aceptaré un no por respuesta, si tengo que ponerme de rodillas para pedírtelo  o besar una cucaracha, lo haré… Regresaré en dos años, espero que en ese tiempo me recuerdes y me guardes un espacio en tu corazón, no te preocupes por el mío que ya es tuyo, lo es desde el momento en que te conocí, TE AMO, mi dulce y amada Isabella.

                         

              Con mucho amor, Gale.

PD: Espero que me perdones

PD2: Perdóname ¿Sí?

PD3: Lo último que escribí (antes de los PD), sonó muy elegante y del siglo de mi bisabuelo, pero me encanta como suena.  :D

PD4: Ya sé que te estás molestando por cada posdata, pero recuerda que… (El PD5 está en la primera página del diario)"


Isabella deja la carta a un lado para poder abrir el diario, abre con miedo de lo que se puede encontrar, sabiendo que Gale es alguien impredecible, al leer el último posdata se congela y siente que su corazón late con fuerza.  "PD5: Te amo"

—Aunque no te haya perdonado, yo también te amo...— Abrazó el diario con fuerza, los sollozos volvieron, y aquellos ruidos de la tormenta, lo acunaron hasta que quedó dormida.

*+*+*+*+*

N/A: Sé que he pasado bastante tiempo sin subir, y que de nada sirven las excusas, pero en serio que he estado realmente ocupada, y las tareas no me dejaban ni respirar, espero que me comprendan. Por otro lado, gracias por todos los leídos y los votos, cada uno es importante para mí, al igual que los comentarios que me apoyan. Este capítulo es corto, pero en el transcurso de esta semana subiré otro, si me es posible... Nos leemos en el próximo capítulo!!!

Rechazada (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora