LA SINERGIA ENTRE TU Y YO

Capítulo 6 "Estúpidos ex's" 1/2

— ¿Qué haces aquí? ya no hay servicio. —Ruedo los ojos.

—Vine a ver a mi noviecita, para arreglar las cosas. — Arrastra sus pies dentro del local, se tropieza y ríe.

—Ella no está aquí. Tampoco la busques, ya no quiere nada contigo.

Sus ojos vidriosos me miran con coraje. Azota la mano con furia en una de las mesas.

—Llámala. Dile que estoy aquí. —Se acerca tambaleante a la barra del mostrador—. Rápido.

¿Este quién se cree?

—No, yo no voy a hacer eso. — continuo limpiando el mostrador—. Estás borracho. Vete, por favor.

—Llá-ma-la—Su tono es de advertencia.

—Deja de decir estupideces, Eliot. Y lárgate antes de que llame a la policía.

Le doy la espalda por un momento. Recojo mi bolsa del suelo y busco mi celular. Tecleo el número de la policía, pero antes de poder si quiera marcar, él me arrebata el celular de la mano.

Lo tengo tan cerca que por un momento su olor a tabaco y alcohol me marean.

— ¡Devuélvemelo! —le digo, más bien le grito. No estoy de humor para aguantar al ex borracho de mi amiga. No es a mí a quien le debe hacer una escena.

—Lo único que tienes que hacer es llamarla y decirle que estoy aquí— me susurra en el oído. Me estremezco.

—No tengo ganas de hacer eso y menos por ti. —Su expresión se torna seria.

Lanza mi celular al suelo y me sobresalto. Escucho como cruje cuanto cae.

—Ups, se me resbalo. — me sonríe de lado.

— ¿Estás loco? Lárgate de una buena vez, estoy perdiendo la paciencia contigo. — Me trato de agachar a recoger mi celular del suelo—. Tus jueguitos estúpidos y tú ya me han colmado la paciencia.

Eliot me jala del brazo y me toma por los hombros. Trato de zafarme de él, pero me sujeta con más fuerza el agarre.

—Vas a llamarla, y cuando venga tú te vas. —Me sostiene los hombros con fuerza. Puedo sentir sus dedos enterrarse en mi piel.

—Suéltame, me estas lastimando. Yo no voy a hacer tal cosa, así que no pierdas tu tiempo. Alguien pasará por aquí y no dudes que llamaran a la policía.

Él suelta una carcajada, que casi me deja sorda.

— ¿Te crees muy lista, verdad? no te metas conmigo, bonita y haz lo que te digo. — me susurra en el oído por segunda vez.

—Mírate, Eliot. Estas haciendo estupideces, no sé qué mierda sucede contigo. Termina esto aquí, y vete. Hay cámaras de seguridad en todo el lugar, afuera de la cafetería, en la esquina de la cuadra, en la siguiente y en la siguiente. Si, haces una tontería nadie podrá ayudarte.

— ¿Estas amenazándome?

—Estoy tratando de evitarte un problema. —le digo seria.

Véanme aquí tratando te razonar con un retrasado mental que además está borracho.

Cierra su mano en mi mandíbula y aprieta con fuerza.

—Vas a llamarla para que venga por ti. — Me ordena.

Este loco no entiende que NO es no.

—Ya te dije que no. —Estoy dispuesta a pasar la noche aquí. No quiero a mi amiga enrollada con este tipo otra vez. Y menos ahora que he confirmado que es un desequilibrado.