El ruido de las alarmas empezaron a sonar e iluminar con gran intensidad cada rincón de la zona, todo se torno de un color rojo con parpadeos de las luces cada tres segundos. — ¡Viene la policía! ¡Tengan cuidado, escóndanse! — Las personas de los alrededores salieron corriendo y otras bajaron por las escaleras para dirigirse hacia las alcantarillas, algunas se ocultaron adentrándose en la ventanas de las casas. — ¡Viene la tormenta! ¡Corran por sus vidas! — Gritaron mas personas que salieron de algunos callejones, para irse corriendo hacia varios apartamentos abandonados. Un vehículo con forma de aero-bote apareció volando del lado derecho de las escaleras, elevándose del gran precipicio que se encontraba en ese lugar. La nave no dejaba de alarmar a todos los ciudadanos con su bocina y luces ubicada en la parte trasera, mientras intentaba recorrer cada área de la ciudad.
La protagonista toma la decisión de continuar subiendo por las escaleras, llegando a toparse con un callejón bastante lleno de tablas de madera podridas y botellas rotas dispersas. En el camino un señor joven aparece repentinamente, despejando de manera agresiva las dos ventanas de su apartamento llegando a decirle al guía. — ¡Aujean! ¡Tu casa se hace pedazos! ¡Si no te das prisa será mucho peor! — Después de termina su mensaje, procedió a cerrar sus dos ventanas apresuradamente para adentrándose al interior de su apartamento apagando todas las luces.
El hombre llamado Aujean corre lo más rápido que puede de ese callejón, la joven intenta seguirlo preocupada por la situación y sin entender aun nada con plenitud. Una gran cortina de humo invadía todo el callejón debido a las diversas fugas de las tuberías que se encontraban en las paredes, opacando la visibilidad de toda la basura que estaba tirada en el camino. Los dos finalmente, salen de los callejones pero una enorme corriente de viento choca contra sus cuerpos, tirando al hombre mayor al suelo. La joven termino siendo estremecida por el frío, causando que extienda sus brazos hacia el frente y sus piernas hacia atrás para no caerse.
Después de que finalizara la ráfaga de viento, la chica se encontraba en las entradas de un enorme puente de metal de color rojo oxidado. En el fondo se podía ver muchas personas agrupadas en el centro, la angustia y el miedo se reflejaban en sus rostros mientras observaban el cielo sin aparente motivo. Los ciudadanos no se dieron cuenta de su presencia, la joven se acercó a la multitud para observar de qué se trataba todo ese alboroto. Aujean se le había perdido de vista pero antes de siquiera buscarlo, quedó asombrada al observar todo su horizonte. Podía presenciar a gran plenitud casas improvisadas hechas de ladrillo: metal y madera, siendo las viviendas típicas de las personas. El reflejo de las luces por las ventanas era la única iluminación de toda aquella zona tan sombría y pobre, con enormes tuberías que pasaban unas sobre las otras e incluso entre casas sin ningún problema. Había algunas escaleras que parecían ayudarlos a subir a la superficie de otras casas o zonas, además de algunos calefactores y lámparas de aceite en las esquinas de ciertas viviendas. En ese momento la joven comprendió que estaba en la zona mas bajo de aquella metrópolis, mucho más arriba podía verse enormes edificios en mejores condiciones.
Poco tiempo tuvo para pensar y analizar su entorno cuando los fuertes vientos chocaron de nuevo contra su cuerpo, decidió cubrirse la cara con sus brazos para evitar la suciedad en sus ojos. Donde se encontraba se podía apreciar en el cielo, una enorme tormenta de color rojizo que parecía ser la causante de tal destrozos en toda la ciudad. Su poder era tan inmenso que algunas partes de casas: tuberías, escombros y la mayoría de la basura estaban siendo llevadas hacia el cielo, directamente hacia el centro de ese fenómeno. Muchas personas se estaban sujetando de las barras de metal del puente por miedo a ser absorbidas, miraban con atención y preocupación un vagón con forma de casa que se encontraba semi-destruida en el cielo. La joven intentaba no abrumarse por el estruendoso ruido del ambiente pero en medio de todo ese caos, las personas estaban concentradas en el hecho de que un niño estaba gritando el nombre de su padre con lágrimas en sus ojos. Cada vez que podía gritaba con todas sus fuerzas a través de una pequeña ventana de madera que albergaba el gran vagón, la casa no paraba de agitarse y desprenderse causando una gran desesperación entre las personas del puente. La joven seguía observando con impacto los sucesos del cielo pero repentinamente, Aujean apareció entre la multitud para sujetarse con fuerza de las barras del puente para gritar con desesperación. — ¡Eujean! ¡Tranquilo hijo, tu papa va en camino! —
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Gravity Rush (Remastered) / Novelización - Auldnoir (Parte 1)
Fantasy"Gravity Rush se ambienta en un mundo flotante donde una joven sin recuerdos se despierta en una ciudad completamente olvidada y llena de oscuridad, donde el peligro acecha constantemente. Un gato extraño al que la joven llama Dusty, le concede la h...