Epilogo

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6 años después.

Ahora puedo comprender la frase "Después de la tormenta sale el sol", ya que lo viví en carne propia.

Estos últimos 6 años fueron perfectos, yo comencé y terminé la universidad, me, dedique al arte que era específicamente mi vida, tendría pronto una exposición en una de los más grandes galerías de Londres, estaba trabajando mucho con este proyecto que a decir verdad lo amaba.

Ruggero sigue trabajando como profesor, pero ahora en una universidad donde le va más que bien, la vida junto a él fue perfecta y única, llena de amor y alegría, compramos una casa con jardín grande, tres habitaciones, un living, cocina comedor, dos baños y dos estudios uno para mí y otro para Rugge.

Se escucha tres golpees desde la puerta de mi estudio.

-Pase .-grite cerrando mi computadora donde estaba viendo algunas cosas.

Ruggero entro a mi estudio con un pequeño bulto entre sus brazos, yo apenas lo miró, sonrió de oreja a oreja.

-Siento molestarte, pero alguien quiere a mamá .-dijo Rugge con una sonrisa.

Si lo que escucharon, mamá, SOY MAMÁ, el pequeño bulto que sostiene Ruggero es nuestra hija de tan solo 2 meses de vida, la llamamos Francesca como quería Rugge, ella es hermosa, su carita redondita y unos grandes cachetes, los ojos todavía no sabemos de qué color serán, pero seguro serán de color miel como los del padre, el pelo se está empezando a notar y es de color castaño.

-Aquí estoy .-dije acercándome a él y agarrando a Francesca en mis brazos, ella se movió un poco, abrió los ojitos, nos miró a ambos y después bostezo para volver a cerrarlos.

Mire a Ruggero y él solo sonreía, Francesca era tan pequeña y linda, no pesaba casi nada así que no era un peso en mis brazos. Desde la sala se escucha un diminuto llanto y rápido fuimos los dos.

-Shhh .-dijo Ruggero acercándose a una cuna donde estaba nuestro hijo Santiago, sí, DOBLE MAMA, resulta que tuve mellizos, una nena y un varón, él también tiene el pelo castaño y los cachetes redondos.

-Shhh tranquilo .-dice Ruggero mientras lo toma en sus manos y lo alza, lo pone contra su pecho y comienza a darle palma ditas.

-Eres bueno en esto .-dije mientras caminaba hasta el sillón y con cuidado me siento en él, comencé a acariciar el cabello de Francesca, era suave y castaño era intenso.

-Tú tampoco lo haces tan mal .-dijo él sentándose a mi lado con Santi en brazos con dos biberones en la mano.

-Aquí tienes .-dijo entregándome el de tapa rosa.

-Gracias .-dije mientras lo agarraba y le sacaba la tapa.

Lo acerqué a la boca de mi beba y con cuidado comencé a alimentarla. Ya después que alimentamos a los bebés, los dejamos en su cuna, ya que se habían dormido.

-¿A qué hora vendrán los otros? .-pregunto Ruggero.

Enarqué una ceja y lo, mire, el paso sus brazos por mi cintura y yo por su cuello.

-Pues, cuando tú quieras .-Sonreí y roce su nariz con la mía.

Ruggero sonrió y me dio un tierno y dulce beso, Ruggero iba a hablar, pero sonó el timbre de la casa.

-Yo voy .-dije y agarre a francesca en mis brazos, que aún estaba dormida y baje hacia abajo

Abrí la puerta y ahí encontré a Valen con dos cajas grandes una azul y otra rosa.

-¡Hola! .-dijo feliz apenas me vio.

-Cállate, están durmiendo .-dije refiriéndome a los bebés.

Mi Alumna Preferida (Ruggarol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora