capitulo 2

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Al siguiente al día el joven interesado en reponer su amistad con su amistad fue en busca de ella a su silla, pero no había ni rastro de ella, pregunto a su primera amiga del salón llamada Sandra quien dijo
-pues no sé nada de ella, pero se veía muy molesta contigo ayer ¿Qué le hiciste menso? –
-yo nada, solo íbamos hablando y se enojó de la nada-
-mj claro cómo no, tu sab…-
La profesora les interrumpió diciéndoles que se separaran
Sandra obviamente no le creyó, pues había visto que Melany estaba más que furiosa.
Alan se dio cuenta que la maestra no le caería bien, era demasiado estricta y bastante regañona,
Durante toda la clase Alan se quedaba mirando la banca vacía de su amiga y pensaba donde estaría en ese momento pues que Melany faltara era muy raro en la primaria, Alan decidió ir a buscarla después de clases, una vez saliendo de clases quiso correr a casa pero su padre lo estaba esperando en la salida por una extraña razón, Alan se sentía tan frustrado que estaba cuestionando porque precisamente hoy su padre lo recogía de la escuela, su padre lo regaño alegando ser su padre y se preocupaba por él, fue entonces que Alan tuvo que callarse si no quería meterse en problema.
Una vez en casa encendió su computadora y se dispuso a navegar por las amplias redes sociales y distraerse su mente de el gran problema que tenía con su amiga, en sus redes sociales se encontraba gente de todo tipo, algunos divertidos, algunos malos, otros más eran muy malos, pero en general le entretenía a Alan platicar con gente que no conocía, al anochecer recibió una solicitud de amistad de un perfil sin foto, lo cual lo hacía dudar, decidió esperar a que enviara algún mensaje o  por lo menos tuviera algún contacto con ella.

A la mañana siguiente antes de ir al colegio, reviso su página y vio un mensaje extraño que decía
- ¿que ni un hola sabes decir? -
Alan intrigado por su forma de hablar, decidió esperar hasta después del colegio para volver para decidir si contestaría o no, estaba a punto de apagar la computadora cuando de repente recibió un mensaje
-tomate tu tiempo, no importa-
Alan siendo tan tímido respondió
–primero que nada, que nada buenos días y segundo ¿Quién eres tú? -
-Buenos días señor elegante me llaman mini, y tu ¿tienes nombre? –
-pues me dicen gatopardo en la comunidad, hablaremos más tarde Mimi-
-dalo por hecho gato pardo-

El niño se fue corriendo y con mucha intriga a la escuela, se cuestionaba tanto quien era esa dichosa mimi y por qué le había pedido su amistad en esa red social, era tanta su intriga que se había olvidado por completo de su amiga, la cual saludo desde la entrada de la escuela, en el salón de clases ambos comenzaron a charlar como si nada hubiera ocurrido, Melany le aclaro que era de estados unidos por su padre y que no quería que le recordara que lo era, el entendió perfectamente y se disculpó, aun así la amistad avanzaba como si nada, tanto que hasta planeaban visitar a su antiguo profesor Antonio  en la primaria, fue por mucho el mejor profesor que pudieron tener, era estricto pero a la vez era muy bueno para enseñar y de alguna manera sus enseñanzas se quedaban muy bien guardadas, además era muy amigo de Alan y le guardaba una especie de cariño a ese profesor.
Terminando las clases, Alan salió más rápido que una bala a su casa, tanto que Melany no vio a qué hora se fue
Alan llego corriendo a su casa, Encendió el ordenador a toda prisa para revisar la respuesta de la persona con la que había chateado antes de ir a la escuela, para su sorpresa no había ningún mensaje en su bandeja de entrada, se extrañó demasiado, incluso pensó en mandar mensaje el solo, pero sentía demasiada vergüenza para hacerlo, decidió esperar a la noche para mandarle el solo mensaje, y así fue la noche ll ego y el solamente esperaba un momento adecuado para enviar un “hola” se armó de valor y simplemente lo envió, temiendo su respuesta, casi al instante sonaba la computadora con una notificación nueva, era ella respondiéndole su saludo, Alan se quedó impresionado, Ella contesto
-Primero que nada, buena noche, ¿cómo estás? -
-hola pues un poco cansado por la escuela-
- ¿mucha tarea? -
-no simplemente me agobia ir a una escuela tan estricta pero basta de mi tu ¿como esta? –
-pues excelente para mí, solo estoy disfrutando mi juventud, con gente desconocida, como tú, por ejemplo-
Alan empezaba a confiar un poco más en ella al punto que la considero una amiga o algo parecido pues él consideraba que nadie era su amigo porque para el amigo era quien estuviera para el incondicionalmente pasara por lo que pasara.
Decidió que sería un buen momento para tener una amiga y tal vez podría ser ella, aunque no se hizo ilusiones y decidió esperar a que ella se mostrara como era y su forma de socializar con él, los días fueron pasando y al parecer se agradaron tanto que Alan le empezaba a preguntar como iba su día y que tantas cosas hacían para entretenerse, en medio de sus pláticas que parecían eternas, ambos decidieron por primera vez llamarse, para Alan fue algo que le agrado y le dio miedo mucho ya que él no estaba acostumbrado a hablar por teléfono, ese día era especial para él ya que el decidió que quería ser menos tímido y con ella aprendería costara lo que costara, acordaron que la llamada seria al siguiente día en la noche, ambos estaban algo nerviosos por al fin escuchar la voz de aquel amigo tan misterioso que estaba al otro lado de la pantalla, Alan estaba tan distraído por buscar su llamada, que todos sus compañeros lo notaron más raro de lo normal, incluso la profesora lo regaño por estar tan distraído mientras ella explicaba la clase, poco le importo solo quería llamar a su amiga

Mi primer desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora