Recorrimos un par de calles por unos minutos y cuando estábamos llegando a una casa que decía "Owen Miller" unos 3 chicos se empezaron a poner en ronda contra Owen.
-Así que llegó una nueva, ¿Eh?- Dijo un chico rubio, alto, con los ojos grises y el cabello alborotado que debía tener unos 14 o 15 años.
-Se llama Brenda, y más les vale que no la molesten como a las demás chicas o se las verán conmigo.- Dijo Owen con un tono desafiante. No se por qué me protegía tanto. Y tampoco sabía por qué molestaban a las otras chicas. Tenía tantas preguntas por hacer, yo solo quería llegar a un lugar tranquilo para que yo y Owen pudiéramos hablar en paz.
-Uy que miedo que nos das, niño.- Esta vez hablo un chico con el pelo por los hombros, su cabello era negro como sus ojos. Y era el más pequeño de todos los que estábamos allí.
-Está bien. Ya es suficiente. Nos vemos mañana en el almuerzo.- Owen los apartó del camino y nos dirigimos a la puerta de su casa.
Cuando entramos a la casa de Owen me sentí aliviada, no tenía aspecto terrorífico o sucio y desordenado como la casa de Catherine. Todo era blanco y verde, las paredes eran blancas, la barandilla de la escalera era blanca con detalles en verde, los escalones estaban tapizados con una alfombra blanca que estaba muy limpia y había un aroma a vainilla.
Entramos a una puerta a la izquierda y quedamos en el living. A simple vista la casa de Owen era muy grande. Apenas entramos le eché un vistazo a todo y me acosté en un sillón.
-No hay forma de escapar de aquí ¿Cierto? -Le pregunto a Owen.
-¿Escapar? ¿Entiendes que estamos muertos? ¿Cierto?
-¿Qué es eso? -Y le señalo a una pared con fotos, cálculos y cosas que parecían muy importantes.
-Nada, es algo que estuve investigando estos años, pero no tiene caso. No importa. Volviendo al tema, todavía no recuerdas cómo moriste. ¿Verdad?
-No, no recuerdo nada. No entiendo nada.- Por un momento quise saber por qué yo estaba en ese lugar. Quien eran mis amigos, mis padres, si tenía hermanos. Quería saber algo sobre mi vida.- Owen. Ayúdame- Comencé a llorar como si me estuvieran matando, de nuevo. Owen se sentó al lado mío, me abrazo y me dio un suave beso en los labios....
