Última parte.

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Efectivamente, cuando se acerca a examinarlo se da cuenta, los colores del cuadro son distintos, y en la ventana de Steve se adivina una silueta, y no solo eso, la fecha del cuadro es de 1941, Cuatro años después del primer cuadro, un año después de que Steve volviera del frente. El año en el que Steve murió,
Peter ya no entendía nada ¿Por qué volvió a pintar el cuadro con Steve en la ventana? Y Anais responde que no solo pintó ese, pintó muchos más, pero se han perdido, Anais los invita a qué se sienten, la historia que se dispone a contarnos va a ser larga, y va a estar llena de respuestas.
Efectivamente, Steve y James se conocieron en el instituto, los dos eran amigos íntimos de Sam Wilson, los tres chicos eran inseparables, pero la amistad de Steve y James era especial, Así lo dice, Especial. Y lo dice con cierta ternura que Peter agradece, los chicos estaban a punto de terminar el instituto hacia 1934 y Sam notaba que sus dos amigos se iban distanciando de él, el pobre no entendía por qué, hasta que un día lo descubrió, lo contó a sus padres y la noticia no tardó en llegar a las familias de Steve y James, Así fue como Joseph Rogers decidió mandar a Steve a estudiar a la universidad de New York, mientras James se quedó en Brooklyn pintando su ventana vacía. James le juró a Sam que jamás le perdonaría lo que le había hecho, pero entonces ocurrió algo que nadie esperaba, en 1939 se desataría la II Guerra Mundial. Sam, James y Steve se fueron al frente y perdieron todo contacto, Hasta que Steve volvió herido en 1940, Anais le cuenta que su estado era delicado. Sus pulmones habían quedado afectados por el efecto de una bomba de cloro, quedó postrado en la cama.
La noticia llegó a James, que aún estaba en el frente, el chico hizo todo lo posible por volver a verle antes de que Steve muriera, pero no fue relevado hasta mediados de 1941.
Lo primero que hizo James al poner los pies en Brooklyn fue plantarse en casa de Steve, pero sus padres no le permitieron verle, ni ese día ni nunca más, le ocultaron a su hijo que había vuelto, y por eso James se plantó en la esquina bajo la ventana de Steve. Iba allí cada día y se pasaba horas con la esperanza de que Steve tuviera fuerzas para levantarse de la cama, mirar al exterior y verle, y para entretenerse, pintaba el mismo cuadro una y otra vez.
Anais detiene su relato, se ha dado cuenta de que Peter está llorando, "Dígame que se vieron, aunque solo fuera un día, dígame que Steve supo que James no le había olvidado." Sus palabras suenan casi como una súplica, ella vuelve a sonreír, pero no dice nada, se levanta y rebusca entre los volúmenes de la librería, saca un álbum lleno de fotos y documentos, y enseguida encuentra lo que busca: una carta, Escrita por James Barnes, solo días antes de la muerte de Steve, "¿Quieres saber lo que dice?", pregunta Morgan. "Yo te la puedo traducir".
Una carta de James a Steve, ni en los sueños más locos habría imaginado encontrar un tesoro así, se dice Peter, pero no puedo evitar preguntarme por qué está en poder de Anais ¿Acaso no llegó a su destino?, "Mi abuelo la interceptó," explica la anciana, cuando Sam volvió del frente y se encontró con James plantado en la calle, se le rompió el corazón, se dio cuenta de lo que había provocado con su confesión antes de la guerra, intentó disculparse, pero James no quiso ni escucharle, se pelearon en plena calle y James le rompió la nariz de un puñetazo, Sam era consciente de que el dolor que sentía en la cara no tenía ni punto de comparación con el de sus viejos amigos, se propuso enmendar su error y trató de interceder por ellos plantándose en casa de los Rogers, les pidió que permitieran un último encuentro entre los chicos, pero ellos se negaron, y no solo eso, le enseñaron la carta de James que acababan de recibir y le pidieron que se la devolviera, para que le quedara claro que sus palabras jamás llegarían a oídos de Steve, Sam no les hizo caso, se guardó la carta y en cuanto tuvo ocasión pidió ver a Steve, en la habitación , Sam pidió perdón a su amigo del instituto y, junto a su lecho, le leyó la carta de James en un susurro, Y es en ese mismo susurro que Morgan empieza a traducirles las palabras de James:

"Querido Steve,
Tus padres no permiten que nos vemos.
Recurro a esta carta para escribir lo que jamás he sido capaz de decirte.
Quiero que sepas que te quiero.
Sí, Steve , te quiero.
Nos habían enseñado que lo nuestro no era amor, pero me he dado cuenta de que lo era, Lo que tú y yo hemos tenido es el amor más verdadero que he sentido jamás.
Por eso no quiero perderte sin decírtelo.
Te quiero desde el primer día que entramos en el instituto y nos escapamos al cementerio a fumar un cigarrillo,
Te quiero desde el día que me calentaste las manos con tu aliento porque yo había perdido los guantes.
Te quiero desde ese beso en el establo de los Romanoff.
Te quiero tanto que la idea de volver a verte fue lo único que me mantuvo vivo en la guerra, bastaría con mirarme a los ojos para que lo entendieras.
Ojalá pudieras.
No harían falta palabras. Nos miraríamos y volveríamos a ser niños en los pasillos del instituto, antes de la muerte, antes de las bombas, antes de los viejos en los que nos ha convertido todo este odio.Por eso hace meses que estoy bajo tu ventana, para verte otra vez, aunque solo sea un instante.Para que tu sonrisa vuelva a hacerme creer que nuestro amor lo significó todo y arrojó algo de luz en este siglo que ha nacido muerto.Te quiero y pase lo que pase, siempre estaré contigo.
Tuyo, James."

The mystery of the soldiers. - Stucky.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora