Un nuevo camino para encontrar tu corazón.

Por mucho tiempo Ellen había ocultado sus emociones. No deseaba que la gente viera a través de ella, mucho menos que tuvieran conocimiento de aquellas personas que eran importantes en su vida.

Durante años estuvo enamorada del hombre que le dio todo, aquel sujeto que deseaba cambiar el mundo. Su cuerpo entrenó por años el poder que se le fue otorgado y subió peldaños hasta posicionarse como su segunda al mando. Esta era su vida, una que por mucho tiempo disfrutó a más no poder esperanzada a ser vista más allá de una simple herramienta para los planes Wescott.

Cuando fue notificada sobre la presencia de espíritus en Japón de inmediato tomó las riendas del asunto tras los fracasos de AST. Incluso una de sus más cercanas compañeras había desertado semanas antes de su llegada al país, cosa que le pareció extraña al inicio hasta que comprendió por completo todo el asunto que envolvía a la ciudad de Tengu, Japón.

―Itsuka Shido...

Solo era un joven de preparatoria que se había envuelto con los espíritus. No era de suma importancia hasta que entendió su naturaleza como contenedor y catalizador del poder espiritual que por mucho tiempo había intrigado a Ike.

Su primera misión había sido un fracaso, pero la información posterior le había ayudado a idear un plan para someter a Princess y que esta liberara todo su poder. Incluso si el escenario no era el que Ike necesitaba, siempre estaba ella para protegerlo.

Ella era la WIZARD más poderosa del mundo.

El mundo estaba a sus pies.

Nadie podía hacerle daño.

―Ellen, somete a Princess antes de que provoque más daños―ordenó Ike con una sonrisa mientras era escoltado por más Wizards―. No tardes mucho.

―Entendido―respondió ella.

No debía perder mucho tiempo, de todas maneras la misión había sido un fracaso e industrias DEM no podía darse el lujo de manchar su imagen en las Naciones Unidas.

Solo debía terminar con esto rápido. Tenía la experiencia y el poder para hacerlo, solo necesitaba una apertura y todo llegaría a su fin.

―Soy la más poderosa.

Usaría todo su poder en un ataque rápido y certero. Su territorio sería aquel escudo que la cubriría ante el poder del espíritu inverso.

Eres la más poderosa, Ellen.

Su espada se dirigió hacia el cuello. Una muerte rápida y piadosa era el reflejo de su humanidad, pero también era brutal, la otra cara de su propia moneda.

―¡Eres una estúpida!

Un gran poder salió de Princess, uno que estaba lejos de los cálculos máximos que Ike había previsto. Su territorio flaqueó y en un momento fue golpeada en el estomago dejando abierta su defensa.

Aquella espada provista de energía negativa fue envuelta por más poder y en un movimiento surreal fue capaz de moverse a través de una trayectoria imposible. Debía esquivarla y atacar mientras...

―Eres demasiado frágil―musitó Princess mientras gotas de sangre caían en su bello rostro.

Los ojos de Ellen se abrieron ante lo que estaba pasando. Un ardor que nunca antes había experimentado provenía de su mano derecha.

Cuando giró su vista para ver que sucedía con su mano pudo entender lo que sucedía. Sangre brotaba desde donde su mano debía estar. Solo quedaba un muñón sangrante que dejaba al descubierto la carne y el hueso. Su mano había sido cercenada y apenas su mente procesaba lo que sucedía.