[1] 𝙀𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨

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Al fin, Verano.

La época del año favorita de Emma.

¿Como la pasaría?.

-Dios, apiádate de esta Alma en desgracia-dije yo acostada en el sofá de la sala con un yeso en la pierna.

-Vamos Emma, no es para tanto-dijo Shinishiro, bebiendo una Coca-cola a mi lado.

-¿Acaso tú, querido hermano, tienes un yeso en la pierna?-el negó con una sonrisa- Bueno, así que no tienes derecho a opinar.

-Bueno, entonces no diré nada-dijo con tono burlón y bebió un sorbo de su Coca-cola. Despues de un rato de silencio preguntó- Oye, Emma, ¿sabes a donde fue Mikey?.

-No se y no me interesa a donde haya ido esa rata traidora- dije enfadada

-Vamos, Emma, no puedes estar enfadada con Mikey por siempre- rió Shinishiro ante el enojo de la niña de 12 años.

-Tal vez no, pero ¡déjame estarlo! Por su culpa tengo este yeso y no puedo salir- dijo con cara de puchero.

Y bueno, ella tenía razón en eso.

Mikey tenía la mala costumbre de molestar a Emma quitándole cosas que le gusten a ella, para ver hasta donde era capaz de llegar para recuperarlas.
Y generalmente estas cosas terminaban o rotas o destrozadas. En esta ocasión, la segunda.

Resulta que Mikey le había quitado un kit de pinturas para uñas que le había costado dos meses de trabajo en la tienda de Shinishiro. Esta lo había estado persiguiendo toda la tarde hasta que Mikey le dijo que si se montaba con el en la moto de Draken y daban un paseo juntos, le entregaría su Kit. Pero el maldito Mikey no quería dar un paseo con ella, si no que cuando se montó en la moto y Mikey arrancó, hizo que la moto se pusiese en una rueda, y como ella no estaba bien sujeta, se calló. Y digamos que ni ella ni su kit de pinturas salieron ilesos. Y Mikey recibió cuatro coscorronazos. Uno mío, uno de Draken, uno de Shinishiro y uno de el Abuelo.

¿Donde estaba ese maldito? Ni idea, ya que al día siguiente después de comer se fue muy temprano a quien sabe donde.

Lo único que tenía claro era esto, no pensaba hablarle. No quería saber nada de el por unos días.

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-Mikey ¿qué haces aquí?¿no estabas castigado?-preguntó Mitsuya, viendo a Mikey en la puerta de su casa.

-Me escapé-aclaró Mikey-¿Estas solo?¿puedo pasar?.

-No, no estoy solo. Los chicos vinieron y mis hermanas están también, pero pasa- dijo Mitsuya moviéndose a un lado para que Mikey pudiese pasar.

En la sala se encontraban Kazutora y Pah-chin jugando a las cartas, Draken los veía sentado en el sofá, y Baji estaba jugando a las muñecas con las hermanitas de Mitsuya, Luna y Mana.

-¿Eh?¿Mikey?-dijo confundido Pah-chin al verle entrar- ¿qué haces aquí? Draken dijo que te habían castigado.

-Si, pero me escapé temprano-explicó Mikey.

-Oye, Mikey- llamó Draken-¿cómo sigue Emma?.

- Aaawww, miren niñas, que lindo- dijo Baji con tono burlesco- el calvo se preocupa por su novia.

Ese comentario hizo que Draken se sonrojara.

-Primero ¡deja de llamarme calvo!-dijo Draken con tono enojado enviándole una mirada asesina a Baji, a lo que el bufó- y segundo ¡no es mi novia!¡ni siquiera me gusta!.

[𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨] 𝓓𝓻𝓪𝓴𝓮𝓷 𝔁 𝓔𝓶𝓶𝓪 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora