Mi pie se mueve inconscientemente y Lyssa pone su mano en mi pierna bruscamente, esperando que me detenga. Mi miedo aumenta su ansiedad y no es mi intención así que intento tranquilizarme aunque no sirva de mucho.
Estoy sentada en el sofá de su casa, mi padre se fué al trabajo a las 9 y 10 minutos después yo me escapé. Corrí tan rápido como alma que lleva el diablo.
La culpa me taladra la cabeza y mis dedos temblorosos me delatan.No soy una blanca paloma, me he escapado de clases o incluso a veces no entro. He fumado una vez (lo detesté) y tomo alcohol de vez en cuando, sin exagerar.
Sin embargo nunca he escapado de casa, tal vez me he ido a una fiesta en vez de ir a clases pero es diferente, si me llega a pasar algo mi padre comprenderá que estaba en la calle pero si me pasa algo y el piensa que yo estoy a salvo en casa, eso es muy diferente.Al menos para mí. Jamás había algo como esto, mi rutina se resume en ir a la casa de la señora Cecilia, la escuela, ir a casa de mis amigos y de vez en cuando voy a "correr".
No tengo novio, nunca he tenido.
Mi padre dice que hay muchas formas de vivir la vida, no todo son novios y le creo.Ya le ajustaron el vestido a Lyssa y realmente admiro a su madre, tiene muchísimo talento. Aún no me quiere mostrar mi atuendo y Aidah ya se arregló al igual que Jack Daniels con un lindo smooking color vino.
—bien, son las 10 en punto, tenemos una hora para arreglarte así que te callas y nos dejas trabajar a todos ¿bien? —ordenó Jack con brazos cruzados.
—si, señor. —le dije de mala gana—pero no exageren, saben que no soy de usar nada de esto, me veré extraña.
No tengo baja autoestima, sé que soy linda y no tengo problemas con arreglarme. Sin embargo no es mi estilo entrar a un lugar con la intención de llamar la atención de todos. Simplemente prefiero ir tranquila y ya tengo mucho con el horrible vestido (conservo las esperanzas de que ya no sea tan feo).
—vamos a una fiesta de noche, debemos adaptarnos a ello así que te aguantas, no te convertiremos en payaso, tranquila—se acercó Lyssa y yo asentí, respirando profundamente.
Todos se ven y la madre de Lyssa viene con una bolsa que cubre un vestido. Al sacarlo cubro mi boca con las manos y todos cambian de expresión al ver el cambio. El vestido está completamente distinto.
La tela es la razón de que yo reconozco que es el mío pero parece sacado de boutique.Arriba es sencillo pero elegante, tiene copas que le agregan forma y una pretina que se amolda a la cintura.
En la parte baja tenía un hueco y lo sustituyeron por una sexy abertura.—¿que esperas? ¡Pruebatelo! —me dice y yo asiento saliendo del asombro.
—de verdad tienes talento—le digo admirando el vestido mas de cerca.
Ella se ríe.
—que se escuche con menos asombro—me dice y yo le sonrio.Entre Lyssa y ella me ayudan a vestirme y admiro mi figura. El vestido talla las partes indicadas y resalta mi cuerpo, haciendome ver dos o tres años mayor.
—en el bolso están los zapatos—avisé y Aidah corrió a traerlos y me ayudó a ponerlos.
Me puse de pie y Lyssa me volvió a sentar inmediatamente, poniendo su maquillaje esparcido por la mesa.
—en una fiesta de noche el maquillaje debe de resaltar, es nuestra oportunidad de vernos modernas. —me dice y sacude unas brochas.
Su hermana corre por la casa con unos patines y su madre le tira un zapato para que pare.
—¡mirenme! —grita Jack Daniels—¡soy Lyssa! —nos dice sonriendo mientras nos enceña que se hizo un delineado chueco que le traspasa la ceja.
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𝙴𝚄𝙽𝙾𝙸𝙰
RomanceLos secretos forman parte de nuestro vivir, y no importa su tamaño porque ellos siempre estarán allí. Nada es aburrido si pones atención...