Abuela Larson

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Capítulo 22
Abuela Larson

—Señorita Larson, es una urgencia, debe venir conmigo— la voz de Antonia se escucha lejana.

—¿Quieres que vaya contigo?— bajo la mirada hacia Noah que está sosteniendo mi mano y mirándome con preocupación.

—Por favor...Te necesito.

—Sí me necesitas, ahí estaré.

Antes de poder decir algo, Noah me da un abrazo breve y firme. Cuando se aparta, no suelta mi mano.

—Tú me ayudaste, Hanna. Sería injusto que yo te abandonara ahora.

—¿Estás lista para ir, señorita Larson?

Trago saliva antes de voltearme a Antonio.

—Sí, estoy lista.

(...)

Llegamos a la oficina de seguridad, donde me registraron cuando entré por primera vez a la preparatoria.
La sala se encuentra silenciosa y fría.
Me siento en la silla y miro fijamente el teléfono puesto en el escritorio.
Noah me mira Atento mientras Antonio busca el número de mi tío.

—Hanna, si no te molesta que pregunte, ¿que pasa entre tú y tu tío?—aprieto los dientes ante la pregunta de Noah.

—El tío Jack es el hermano menor de mi padre, pero no es igual que mi padre—aprieto mis puños mientras lucho para que las lágrimas no caigan al pensar en el tío Jack—Mi padre siempre fue amable y generoso, ¿pero el tío Jack? Es un sabelotodo arrogante y egoísta que solo presume de su dinero—entierro mis uñas en la palma de mi mano hasta que empieza a dolor pero no me importa—El tío Jack es la persona más egoísta que conozco, a él no le importa nadie más que él.

—Hanna—Lucho contra las lágrimas, Noah se acerca y desdobla mis manos, pequeñas medias lunas brillan en la palma de mi mano, algunas roja por la sangre.

—¿Señorita Larson? Encontré el número de tu tío, puedes llamarlo cuando estés lista.

Tiemblo al ver el teléfono, mis manos fallan al moverlas.

—Sostendré tu mano, Hanna. No voy a soltarte.

—Noah, gracias por venir conmigo—entrelazo nuestros dedos y aprieto con fuerza. Me volteo hacia Antonio — Estoy lista, dame su nuevo número.

—El número de tu tío es...

Marco el número de mi tío y agubto la respiración mientras el teléfono suena.

Tio Jack: Habla el señor Larson.

Me congelo ante la voz de mi tío.
Mi respiración se vuelve difícil, intento tratar saliva y encontrar mi voz.

—Señorita Larson, si no puedes hacerlo, puedes pasarme el teléfono.

Finalmente, niego con la cabeza y le entrego el teléfono a Antonio mientras mi vista se va nublando por las lágrimas.

—Puedes... Por favor...

—No hay ningún problema, señorita Larson.

Amor Entre Barreras✔️[COMPLETA] (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora