Parte 8

164 36 10
                                    


Después de haber dado las noticias sobre las últimas calificaciones del año, las cortas pero necesitadas vacaciones de cambio de curso estaban ya presentes al fin las cuales eran motivo de celebración para todos los estudiantes.

Aunque para algunos eran días de total relajación y salidas a fiestas, esas semanas se convirtieron en un periodo de transición para el que no era el favorito de Dios, para Kim Taehyung. Pues sus amigos de la nada dejaron de saber de él durante ese tiempo, mostrando como consecuencia en la historia el retraso de las estrategias que tenía Jungkook para concluir sus planes y pasar al joven a la muerte.

Algunas veces incluso Seok Jin enviaba un mensaje a su amigo, pero estos nunca fueron respondidos creando una fuerte preocupación debido a que todos sabían que antes de que llegara Jeon, el joven era muy solitario y hasta incluso depresivo, por lo que tenía miedo de que hiciera cualquier cosa fuera de los límites de su salud.

Por otro lado, Jimin, Yoongi, Hobi, Jin y Jungkook se la habían pasado de fiesta en fiesta, tomando y divirtiéndose al máximo, viviendo lo poco que tenían libre considerando que eran universitarios y que el tiempo ya no era muy su amigo. Hacían siempre estas reuniones en donde también invitaban a Tae, pero igualmente jamás se presentaba en estas. Jungkook había pensado hasta cierto punto que se había rendido y que todas las amenazas que le daba eran puro cuento, sacándole como consecuencia una incrédula sonrisa de vez en cuando al recordar el beso de la otra vez.

Ante la repentina desaparición del chico, Park Jimin se había preocupado de más, así que comenzó a visitarlo cada domingo al atardecer, llamaba a la puerta y la madre de su amigo le repetía siempre lo mismo. "Taehyung no sale de su habitación, tampoco come". Era un martirio el pensar que algo malo le estuviera pasando, así que había agarrado una breve costumbre de sentarse en frente de la puerta de su habitación y contarle pequeñas cosas como las fiestas que hacían los chicos, lo tanto que lo llegaban a extrañar, sin embargo, jamás había alguna respuesta.

Pero algo que no sabía nadie, ni el mismo Jungkook, era que Taehyung se estaba preparando para su pequeña batalla tanto interna como externa. Del otro lado de la habitación, estaba un Taehyung haciendo ejercicio todas las mañanas, con el cabello un poco más largo y desarreglado, de tonos ahora platinados debido a la decoloración y tiente aplicados. Se ejercitaba dentro de una habitación descuidada y poco higiénica, la cama siempre estaba desarreglada, con las almohadas tiradas en el frio piso debido al clima que siempre estaba encendido, las sábanas solían tocar el suelo y esto a Tae no le importaba, puesto que tenía como único objetivo la necesidad de cambiar, hacerse más fuerte. No le importaba el resto, con solo cumplir su objetivo estaba satisfecho. 

Pasaron varios días, hasta que un sábado temprano se decidió por salir al centro comercial más cercano a su domicilio, esa mañana llevaba una camisa celeste con unos pantalones holgados, en su cara adornaban unos lindos lentes y un cubrebocas. Llegando, simplemente se dirigió a la sección de ropa, donde se tardaría un buen rato en ese lugar, puesto que no tenía ni el más sentido de la moda, paseaba su mirada por cada prenda y conjunto, pero no encontraba nada que lo hiciera sentir cómo. Sin embargo, tal vez había llamado mucho la atención debido a que se había estado paseando mucho tiempo de un lugar a otro y no tomar ninguna prenda, pues dio la casualidad de que se encontraría con Jimin, quien lo había visto de reojo caminando sin sentido alguno, no obstante el joven Park no estaba seguro de que si era su amigo realmente, debido a que se veía más fornido y demasiado cambiado.

—Kim Taehyung?

—Hola Jimin...

Park hizo un escándalo cuando escuchó su voz y por fin logró verle bien la cara, ese no era su amigo definitivamente. Kim por el contrario, tapó la boca del más bajo porque había comenzado a chillar de la emoción y debido a su encuentro tuvieron que ir a tomar un café y un té para conversar bastantes cosas. Cabe destacar que Jimin no dejaba de elogiar su aspecto, sin embargo, de lo que no sabía el pelirosa, era que Tae también había intentado cambiar su estilo de vida.

¡Mi Vida No Es Un Fanfic!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora