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Un rato más tarde, cuando la clase de química por fín termina, camini hacía la cafetería y me siento en la misma mesa de siempre luego de pedir mi comida.

John llega un rato después y me pide que lo actualice sobre la situación. Estoy seguro de que mi cara ya debe haberle adelantado algo.

No tardo mucho en contarle sobre la última nota, que estaba guardada en el bolsillo de mi chaqueta. Él también se muestra muy sorprendido de las afirmaciones de D y tengo que darle la nota porque piensa que me lo estoy inventando.

—Ver para creer, hermano —se disculpa mientras recibe la nota.

Bufo molesto.

Tranquilo Gale, es solo John siendo John.

Eh, ¿Gale? —el tono confundido de mi amigo al llamarme me hace dejar de insultarlo mentalmente.

—¿Si?

Los ojos de mi mejor amigo se mueven a mi cara y a la nota, una y otra vez. Y eso empieza a impacientarme.

—Esta nota —habla muy lentamente—, esta nota es... otra.

Ahora es mi turno de ponerme serio.
Le arrebato la nota de las manos y la leo.

Tiene razón, es otra.

—Pero —me toco el bolsillo y saco la otra nota, esa que quería mostrarle a John—. Eso no estaba ahí antes. Deben haberla puesta ahí...

—En clases —termina él.

Ambos nos miramos y pensamos en lo mismo.

QUERIDO GALE◞ terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora