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¿"Adios Gale"? ¿Así de simple?.

Me sentía como un loco.

¿Qué pasó? ¿Por qué dejar de hablarme así de repente? ¿Acaso dije algo malo?.

De seguro fue porque la presione mucho. ¡Maldita sea!

Pateo la mesa de luz, soltando un grito ahogado.

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!.

—Ey, ey —Jonh entra por la puerta de su habitación —.  Calmate, no quiero quedarme sin mesa de luz —me frena tomándome por los hombros y sentándome en la cama.

Yo no lo miro a él, sino a la pequeña cabeza rubia que me observa desde la puerta. No puedo ver bien su rostro, ya que está escondida detrás de la pared, pero su color de pelo y sus ojos particulares son llamativos.

Jonh, al notar que no le estoy poniendo atención, sigue mi mirada y la chica sale corriendo. Enojado, mi mejor amigo se acerca y cierra la puerta.

—Esa Leah —murmura—, toda una chismosa.

Vuelve a mí y se sienta a mi lado en la cama.

—Hermano, ¿qué te pasa? —pregunta, preocupado—. Pensé que solo investigabamos por curiosidad.

—Lo hacíamos —contesto.

—¿Enserio? —pregunta, alzando una ceja—. Entonces, ¿por qué diablos te afecta tanto?.

QUERIDO GALE◞ terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora