Una trágica historia de amor

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Esta historia comienza hace varios años, una hermosa pareja vivía en total tranquilidad, ambos eran hombres y por eso eran victimas de uno que otro insulto, pero preferían vivir en su burbuja de felicidad.

Giyuu y Tanjiro, dos amantes que a ojos de varias personas, eran la pareja perfecta. Disfrutaban los días juntos sin importarles los demás.

- ¡Giyuu, llegaste! - se lanzo para abrazarlo con fuerza.

- Hola Tanjiro - correspondió el abrazo - ¿Cómo estuvo tu día?

- Algo solitario, pero ya estoy mejor porque ya estas conmigo - sonrió mientras se acercaba para besarlo, el mayor acortar la distancia faltante.

- Y aquí me quedaré, junto a ti - se amaban, no temían ocultarlo.

Pese a los insultos que recibían por ser una pareja homosexual, nunca se desanimaron por eso, prefirian concentrarse en el otro. Giyuu trabajaba en una florería, así que era muy común verlo llevar ramos de muchas flores de distintos colores a su pareja, principalmente rosas rojas, la favoritas de Tanjiro.

- Hagamos una promesa de meñique - dijo un día mientras ambos paseaban.

- ¿No estás muy grande como para pedir eso? - pregunto a manera de burla, recibiendo un golpe del menor - Perdón.

- Mhp - hizo un pequeño puchero , pero después volvió a sonreír - Prometamos siempre estar juntos - dijo mientras miraba el cielo, era de noche y la luna llena parecía iluminar a ellos solamente.

- No hay necesidad de hacerlo, nunca me separaré de ti - levantó el meñique - Pero, está bien, hagamos la promesa.

- Jejeje - unió sus dedos - Yo, Tanjiro Kamado, prometo siempre amarte y nunca separarme de ti.

- Yo, Giyuu Tomioka prometo amarte por toda la eternidad y nunca alejarme de tu lado - sonrió con ternura por lo que le pedía el peli-burdeo.

Pero como todo el mundo sabe, estas historias de amor no siempre terminan bien.

Un día, él de ojos granate se comenzaba a sentir mal y más cansado que habitualmente, así que ambos fueron al doctor para ver qué sucedió, la noticia rompió su burbuja de felicidad.

- Le queda solo un par de años de vida - dijo el doctor mientras veía los resultados de los estudios - Lo lamentó mucho muchacho - salió, para que la pareja pudiera hablar con más privacidad.

- Giyuu... - se agarro el pecho, estaba confundido y aterrado.

- ... - agarra su mano, dándole apoyo, pero por dentro se comenzaba a quebrar.

La personalidad del oji-azul cambiaba lentamente, esa felicidad que siempre parecía mostrar cuando estaba con su pareja se comenzaba a esfumar, solo se le veía feliz cuando estaba con el menor, el cual seguía sonriendo y manteniendo su personalidad alegre a pesar de todo.

Le preguntaban porque seguía así si no le quedaba mucho tiempo, el solo contestaba que prefería no estar pensando en la muerte. Giyuu se prometió a sí mismo algo, mantendría la sonrisa de Tanjiro hasta el final de sus días, pero esa promesa quedó inconclusa.

- Lo siento mucho - un doctor salió de una habitación - Su novio acaba de fallecer.

- ¿Q-Qué? - esperaba que fuera una broma, pero no, esa era la realidad.

- Puedes pasar a despedirte de él - se hizo a un lado, permitiéndole pasar.

Entro, en la camilla se encontraba el Kamado, tenía una expresión calmada en su rostro, indicando que falleció sin ningún tipo de dolor. El azabache comenzó a llorar mientras lo abrazaba, se lamentaba por no haber hecho algo más, a pesar de que la situación no fuera algo que pudiera solucionar.

El devorador de sueños y la bella durmiente (Giyuutan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora