REMEMBER ¹ | Liam Dunbar |

XII

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 ¡Todos para uno y uno para todos!

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— Scott, esto es... — Nerea toma los fajos de billetes que su hermano guarda en su mochila de deporte, aún sin creérselo.

Después de dejar a un muy afectado Liam en su casa, Scott y Nerea han vuelto a la suya.

La chica creía que el día no podía volverse más extraño, que lo peor ya ha pasado.

Ha sido entonces cuando su hermano le ha pedido ir a su dormitorio unos minutos, aprovechando que su madre está entretenida con unas facturas en la cocina, y ha sacado una bolsa de deporte de debajo de su cama.

Es entonces cuando Nerea ha sabido lo mucho que se equivocaba. Su jornada aún no ha terminado.

Puede ser de noche, pero aún quedan un par de sorpresas que debe descubrir.

— Así que al final si encontraste algo en la taquilla de Garrett mientras Liam y yo hacíamos guardia... — murmura, cansada de contar tantos billetes.

Scott asiente con el rostro afligido.

Ambos saltan como un resorte cuando escuchan pasos aproximarse hacia la habitación, meten todo el dinero con rapidez y empujan la bolsa debajo de la cama justo a tiempo antes de que la puerta sea abierta.

Pero los McCall suspiran aliviados al ver que sólo es Stiles.

Éste, aún con la mirada apagada por el descubrimiento que debe contarles les mira extrañado.

— Por favor, decidme que no tenéis a otra persona atada en la bañera.

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— Joder, sólo... joder. — suelta Stilinski mientras tiene un par de fajos de billetes en las manos.

Por obvias razones, los McCall han sido incapaces de ocultarle tal cosa a Stiles.

— ¿Los habéis contado ya? — pregunta el de lunares después de unos minutos. Scott y Nerea niegan.

Los tres se han pasado los últimos minutos sentados en el suelo, sin saber muy bien qué sentir.

Stiles vuelve a mirar hacia el interior de la bolsa marca Nike.

— Deberíamos contarlo.

Los tres sólo necesitan intercambiar una mirada dubitativa antes de abrir la cremallera de la bolsa por completo y volcar todos los billetes en el suelo para empezar.

Nerea frunce el ceño mientras levanta a la vista de todos la pequeña cinta transparente. Con el mensaje de "escúchame" escrito en tinta.

Parece que a los sicarios de la lista se les ha dado un mensaje.

Por desgracia, como no tienen una radio adecuada cerca, apartan la cinta para empezar a contar el dinero primero.

— ¿Qué hacías aquí, Stiles? — le pregunta Nerea mientras ordena su montón correspondiente.

El rostro del hijo del sheriff se ensombrece y no se atreve a hacer contacto visual con la chica.

¿Cómo le dices a alguien que una banshee ha predicho que pronto vas a morir?

— ¿Stiles? — le llama Scott al ver su expresión.

Stiles suelta su fajo de billetes y aprieta sus labios, se niega a que esa predicción se cumpla. Es injusto, acaban de recuperar a Nerea.