Comencé a escribir en las páginas arrugadas de este gastado diario desde hace dos años, cuando mi función en esta vida era la misma que cumplo en la actualidad: observar y callar. Fui traído a este mundo para observar lo que ocurre a mi alrededor, analizar y sacar conclusiones que comparto conmigo mismo a través del boli y el papel. Al final es un tema entre mi diario y yo; yo le confío mis pensamientos y él a mí su silencio. Cuando no eres muy social, a veces solo quedáis tú y la voz que suena en tu cabeza. En mi caso yo tengo a mis pensamientos y a la mujer más valiente que conozco y la mejor amiga que podría tener. Ella es el motivo de este diario. Todo es debido a que cuando ella tenía tres años perdió a su hermana pequeña a causa de un secuestro en su propia casa cuando su padre se encontraba en el trabajo y su madre estaba con ellas sola en casa. Catorce años después, su hermana sigue sin aparecer y nunca se supo de su paradero. He observado durante catorce años las secuelas que dejó el secuestro al lado de mi casa y que resuena a día de hoy por las calles del pueblo. Hace dos años , en mi dieciséis cumpleaños, mi amiga me regaló este diario. Nunca me habían hecho un regalo que significara y aportase tanto en mi día a día. Por ello, decidí iniciar una investigación sobre el secuestro de la melliza de mi amiga. Encontrar a su hermana sería el mayor regalo que le podría hacer a ella y a su familia. El problema es que en las películas parece mucho más fácil. Mi investigación ha sido prácticamente nula y sin resultados aparentemente positivos. Incluso el primer año me centré tanto en encontrar una pequeña pista por la que empezar, que descuidé mis prioridades, lo que provocó que tuviera que repetir un curso. Igualmente todo sacrificio tendrá su beneficio en el futuro y será con la aparición de la hermana de mi amiga. Querido diario, hoy no puedo confiarte mucho más. Ha sido un día bastante estresante con mi cumpleaños; mi amiga ha venido a mi casa y hemos hecho la tarta más fea pero deliciosa del mundo entero. Ya son las 00:00, mi cumpleaños ha terminado y con él, el domingo. Tengo que despedirme. Hasta el próximo día y a la misma hora de siempre.
Observador.
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A la luz de la verdad
RomansaMegan Fernández es una estudiante de diecisiete años perteneciente a una familia de alto nivel adquisitivo con gran reconocimiento en el pequeño pueblo cántabro. Tras varios años de encierro en su casona montañesa a las afueras del pueblo, Megan cur...