Cap. 3

91 10 1
                                    

—Yo veo muertos desde que tengo memoria—Respondió con la cabeza gacha y los ojos puestos en el suelo—Yo siempre creí que eran personas o eso era lo que deseaba, sabía que no era normal—Hizo puños con sus manos dañando parte de su piel

—¿Jamás le comentaste esto a nadie?—Pregunto el pelinegro con los brazos cruzados

—Una vez lo hice—Frunció el ceño y apretó sus labios expresando lo triste que se sentía al recordar aquella situación—Claro que lo hice pero mi madre no me creyó, ella pensó que estaba loco y desde ese entonces preferí callar

—Lamento que tú madre no te haya creído pero es momento de que te vallas, no es un lugar seguro.

—Estoy consciente de eso, pero tengo miedo de irme solo…—Miro sus manos con nerviosismo y miedo—¿Podrías acompañarme hasta la puerta?, Temo que ella vuelva a aparecer

—¿Ella te tocó?—Pregunto para quitarse la duda y estar completamente seguro de que nada malo le fuera a pasar

—Si, me empujo y se colgó en mi espalda sosteniéndose alrededor de mi cuello…—Dijo pasando sus manos por la zona en donde fue tocado

—¡Mierda!—Exclamo molesto acercándome al castaño con rapidez, levantó su cabeza y reviso su cuello con rapidez y algo de brusquedad, hasta lograr hallar una marca tras este—Debes irte ¡Ahora!

—¿Q-que sucede?—Pregunto él castaño con confusión

—Ella te tocó, te marco, quiere poseer tu cuerpo—respondió de inmediato a su pregunta—Si te quedas más tiempo aquí será demasiado tarde y te seguirá hasta obtener lo que quiere

El rostro del castaño palideció y sus expresiones se volvieron nulas, sus ojos estaban cristalizados fijos en mi

—¿M-me va a matar?—Dijo con la voz quebrantada

El pelinegro lo miro con lástima, se veía tan asustado e indefenso no debería de decirle las cosas así, quizás un poco más suave pero ¿Como haría eso? No estaba acostumbrado a tratar con ello

—No, ella no te matará...—Respondí y ví su rostro más relajado—Ella tomará tu cuerpo, lo poseerá y mandará tu alma al infierno en vez de la suya, mientras ella vivirá como si fuera tú—El pelinegro al ver el rostro del contrario de nuevo, sintió como si hubiera dicho algo muy malo, no era su fuerte ser suave y se convenció a un más de eso cuando vio sus ojos cristalizados y su cuerpo caer a suelo

—Me voy a morir—Dijo con los ojos cerrados para evitar derramar más lágrimas mientras el contrario lo miraba inexpresivo

—Vete de una vez, porque de verdad morirás

ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ:

¿Ahora que hago? Si me voy, volveré a ver a esas cosas horribles pero si me quedo una maldita chica muerta me hará daño y es posible jamás vuelva a ver a mis amigos y mi alma este en agonía por el resto de la eternidad

—Me voy—Me levanté del suelo y caminé hacia la puerta y antes de irme voltee a ver al chico de cabello negro el cuál no hablo por un largo tiempo—Gracias por  todo, espero te liberés pronto de este lugar—Le sonreí levemente y comencé con mi camino

Evite ver a mi alrededor y mantuve firmemente mi mirada al suelo, escuchaba sus voces gritando, rogando, suplicando que los ayudará, eran almas condenadas a permanecer en este lugar, no eran del todo malas pero quedaron varados por tener cosas pendientes en este mundo

Lamentablemente había otras almas que solo querían dañar a todos a su alrededor, almas que podían matar y hacer daño a los vivos, almas que poseían rencor y odio

Cuando ya estuve fuera de aquél hospital logré respirar con tranquilidad, ya no sentía estar preso y asfixiado, sentía que por fin era libre

—Van a creer que enloquecí—Dije comenzando a caminar lejos de aquella área y caminar por las veredas hacia la casa de Jimin—Ese chico...Es muy diferente a los demás—Hable con la mirada perdida, recordando a quien minutos atrás me había ayudado—Ese no era su momento, pero lamentablemente nadie tiene la vida comprada

Dije por último al darme cuenta de que ya estaba al frente de la casa de mi mejor amigo, Jimin, caminé hasta su ventana y la abrí para entrar a su habitación que era toda de color blanco a excepción de sus sábanas, accesorios y marcos de retrato, era de ensueño

Lo observé dormir plácidamente haciendo que de alguna manera olvidará por completo lo que había sucedido minutos antes, toque su hombro para despertarlo pero este no reaccionó

—Minnie—Susurre cerca a su oido—Jimin-ah soy yo, Tae—Sonreí al ver como abría de a poco sus ojos, él me miro con sorpresa y se reincorporó en su cama

—Tae ¿Como llegaste hasta aquí?—Dijo con la voz ciertamente ronca—¿Paso algo malo?

—Pasaron muchas cosas las cuales me gustaría contarte, pero es tarde y debemos descansar ¿Puedo acostarme a tu lado?—asintió a lo que me acomodé a su lado y me quedé mirando la pared superior de su habitación

—TaeTae, ya me despertaste así que cuéntame ¿Que sucedio?—Pregunto acomodándose en sus mantas

—¿Me creerías si te dijera que veo a los muertos?—Me eche de lado para descifrar sus expresiones pero este se mantenía quieto, ya me estaba empezando a asustar su respuesta ¿Y si ya no quería ser mi amigo?

—Claro que te creería TaeTae—Me miro con una pequeña sonrisa—¿Ellos te dañaron cuando fuiste a ese lugar?—Pregunto cambiando su expresión a una de preocupación

—En realidad sólo un poco, pero gracias a uno de ellos logré salir ileso...

—Lo siento tanto, no debí proponer algo así de absurdo, solo quería que me dijeras lo que veías y nosotros no—Dijo evitando mi mirada—Sabia que podías hacer eso y me entristeció que no me dijeras nada, quería que confíes en mi

—No te preocupes Minnie, yo fingía no saber o ver nada—Suspire con frustración—Creo que debí de haberlo aceptado antes

—Yo entiendo tuviste miedo, no te sientas solo puedes confiar en mí

—Claro que lo hago, por eso eres mi mejor amigo—Lo abrace siendo correspondido de inmediato

▶ʜᴏsᴘɪᴛᴀʟ Psɪǫᴜɪᴀᴛʀɪᴄᴏ◀ ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora