▶ʜᴏsᴘɪᴛᴀʟ Psɪǫᴜɪᴀᴛʀɪᴄᴏ◀ ᵏᵒᵒᵏᵛ

Cap. 11

-Jungkook...-Una mujer postrada en la cama, con los ojos apagados y el cuerpo agonizante, esa era su madre, aquella mujer que en su lecho de muerte, aún buscaba proteger a sus hijos a como de lugar-No permitas que les hagan daño, Cuida de Woojin por favor...-La mujer dijo con lagrimas en sus ojos-Cuida de tu hermano y siempre estén juntos...

-Madre-Jungkook lleno de tristeza tomó la mano de aquella mujer enferma y le dió un leve beso en sus nudillos-Prometo que lo haré, cuídare de Woojin con mi propia vida.

-Eres un buen muchacho, nunca olvides quien eres, no permitas que alguien cambie tu escencia y tus principios, no permitas que...les corten las alas...-Dijo cómo últimas palabras la mujer, miró los ojos de su hijo con tanta tristeza porque por mas que en su interior luchaba, gritaba y buscaba vivir, sabia que de nada serviría, pero no queria dejar a sus hijos a su suerte, y por mas fuerte eran sus ganas de vivir cerró los ojos sin más, aquella mujer había muerto sin más, sin que el tiempo se detuviera, los segundos pasaron todo fue tan repentino y doloroso.

Jungkook no soportó y soltó un grito de amargura, abrazó con todas sus fuerzas el cuerpo sin vida de su madre, la mujer que años atrás le había brindado todo su amor, la mujer que a pesar de todo, siempre estuvo para el, la mujer que siempre fue y será su madre.

-No, no, no mueras-Susurró sin poder evitar llorar.

Un ruido fuerte los interrumpió y el pelinegro de inmediato supo que era, corrió y vio a su hermano tirado en el suelo a punto de ser golpeado.

-¡Alejate de mi hermano!-Gritó corriendo hacia su hermano y protegerlo, lo cargó y lo puso a una distancia prudente del hombre frente a ellos.

-Eres una maldita escoria, esa estúpida mujer, debió matarte en cuanto pudo-Dijo el hombre lleno de rabia-Todo es tu culpa maldito mounstro, ojalá hubieras muerto tú, en vez de ella, tu no sirves para nada maldito imbécil, te odio, al igual que ese engendro, ojalá hubieran muerto los dos en vez de Yura.

Aquellas palabras, que muy profundo en su corazón, sabía que era verdad, ansiaba tanto que hubiera sido así, quizás ahora Woojin tendría a su madre con vida y estarían juntos, pero ahora solo le quedaba el recuerdo de aquella mujer y el tormento de aquel hombre que se decía su padre.

No hizo más y tomó a su hermano en brazos y salió de aquella casa que tiempo atrás estando con su madre, era su hogar, caminó hasta un parque y ahí fue cuando se digno a mirar a su hermano a los ojos y estos estaban llenos de lágrimas.

-Quiero ver a mamá-Habló Woojin en un hilo de voz, tan débil, se veía tan inocente y su vida era un completo caos, Jungkook se sentía tan culpable.

-Woo, mamá ya no está con nosotros, ella ahora es un ángel, ella no cuidará-Abrazó a su hermano con todas sus fuerzas, compartiendo aquel amargo dolor.

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-¿Taehyung?-habló Jimin mirando a su amigo el cual solo poseia la mirada perdida.

-Jimin, ¿Crees que Jungkook este bien?-Preguntó angustiado, se sentía muy intranquilo.

-Bueno, lo que conozco de él, es solo lo que me has dicho, así que no sabría responder-Dijo algo apenado y confundido.

-En sus ojos había dolor, había tristeza, había miedo...No me gusta pensar en eso pero me es inevitable.

-Estoy seguro que si pasara algo, te lo diría, no estés intranquilo-Jimim abrazó a su amigo buscando calmarlo.

-Quizas tengas razón...

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Taehyung no podía evitar pensar en Jungkook, había algo en el que lo inquietaba y los días posteriores no fueron la excepción, sin noticias del mayor, su mente divagaba.

-Jungkook...

El castaño suspiró y de inmediato se escuchó el grito de tres personas en conjunto llamando la atención de las personas alrededor, Taehyung miró a los causantes con cierta molestia, por la exageración, lo mismo de siempre.

-No, es que, esto ya no es sano...-Exclamó Soobin sentenciando de manera dramática.

-Ya lo perdimos, no queda más rastro de de Taetae solo queda el chico que suspira "Jungkook..."-Huenigkai dijo apoyándose en Jimin quien miraba divertido la escena.

-Esto me recuerda a esa película "Ghost: La sombra del amor", ¿Es posible enamorarse de un fantasma?-Preguntó Félix sin poder creer lo que sucedía.

-Taehyung, solo lo has visto...
¿tres veces? Y ni que sea posible eso de hasta que la muerte los separe, ustedes ya están bien separados-Soobin volvió a intervenir haciendo que Tae pierda la poca paciencia que conservaba.

-Jimin...Querido amigo mío, a el que le cuento cada parte significativa de mi vida, ¿Qué te dije respecto a estos temas? Estos tres, están locos-Dijo quejándose, señalando al trío de lunaticos que estaban frente a él.

-Lo siento, es que necesitaba consejos...

-¿De ellos, en serio?-Taehyung dijo incrédulo.

-Sabes que solo los tengo a ustedes cuatro, no sabía a quien más pedir consejos-Dijo Jimin algo avergonzado

-Entiendo estás preocupado, pero, a la próxima, pide consejos de alguien más racional...-Habló Taehyung antes de escuchar el timbre de su celular y observar la pantalla-Rayos, mi padre tiene una reunión importante hoy, debo ir a casa de inmediato-Se levantó de inmediato de dónde estaba sentado y guardo sus cosas-Nos vemos mañana chicos, los quiero.

Y así sin más, nuestro protagonista había dejado a sus amigos quienes aún seguían preocupados por la actitud del antes nombrado, en especial Jimin que minutos después al igual que Tae se despidió de sus amigos y se marchó, pero en esta ocasión este, fue hacia la biblioteca en busca de silencio y aclarar sus pensamientos.

Se sentó y se colocó los audífonos para relajarse y encontrar respuestas a sus dudas, ¿Cómo ayudar a su amigo? Se sentía tan inútil, sabía que algo andaba mal, y temia que afectará a Tae más de lo que debería

-Si arrugas tu frente de tal manera, quedarán marcas-Sintió como su música dejó de reproducirse y escuchó una voz extraña frente a él, por lo que abrió sus ojos y lo que vio lo dejó sorprendido, muy sorprendido.

-Oh my god-Dijo aún sin poder creer lo que veía.

Tremenda subtrama.
Desaparezco y aparezco cada que quiero, que bonito.