Benjamin Kirby Tennyson, nieto del más grande héroe del universo, Max Tennyson, se emprende en un viaje para poder derrotar al asesino de su abuelo, el temible Vilgax y para ver a Madre, para que esta le conceda su más grande deseo...
Ben estaba en la nave, ya lejos del planeta que alguna vez fue su hogar y lejos de... Max... El cual, seguramente ya estaba muerto. Este pensamiento atormento demasiado al joven Tennyson, ya que comenzó a llorar desconsoladamente... Su abuelo, a pesar de ser un gran guerrero, ya no era lo suficientemente joven como para resistir las heridas que le había propinado Vilgax.
Vilgax... Ese maldito estaba detrás de él y todo por ese maldito reloj... Sino lo hubiera encontrado, tal vez su abuelo seguiría vivo.
El chico, más enojado que triste, hizo un ultimo intento para quitarse el reloj, pero, como era de esperarse, esto no sirvió de nada. El castaño puso el piloto automático y se fue a acostar en el suelo, todas esas emociones mescladas le estaban haciendo un mal terrible, tal vez lo mejor sería dormir y que por un momento... Todos sus problemas se disolvieran.
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Ben se despertó de repente por un extraño ruido que provenía de afuera, el chico se levanto todavía con algo de cansancio, pero cuando vio lo que había afuera, todo el cansancio desapareció y fue remplazado por un gran asombro.
A fuera, había una nave cientos de veces más grande que en la cual viajaba.
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Ben decidió hacer algo para llamar la atención de cualquiera quien se encontrara en esa nave, tal vez así recibiría un poco de ayuda para la situación en la cual se encontraba. Pero antes de que tuviera la oportunidad de hacer algo, sintió como si algo estuviera arrastrando su nave hacia la otra nave que tenia enfrente.
Ben tomo el control e intento hacer que la nave girara pero fue inútil, ya que esta no giraba y tampoco se detenía. El chico vio con horror que la nave estaba a punto de estrellarse contra la nave enorme, el chico cerro los ojos, esperando lo peor, pero... No paso nada.
El castaño abrió los ojos lentamente y vio que la nave estaba sana y salva al igual que él. El chico alzo la vista y vio que estaba en un lugar muy poco iluminado, el chico bajo de su nave y se encontró con algo que le hizo pegar un leve grito de susto.
Enfrente de él, había alguien exactamente igual a él. El castaño se le quedo viendo durante un momento hasta que vio que este estaba transformando su mano en... ¿Un tentáculo? Fuera lo que fuera, el chico no se quedaría ahí para verlo, el chico cerro la nave de su abuelo y salió corriendo por la amplia nave que tenia enfrente, siendo perseguido de cerca por aquel ser que era igual a él, excepto por los brazos de tentáculos.
En un momento de su huida, se encontró con un ejercito de seres con la apariencia de seres humanos, pero con la gran diferencia de tener unos ojos extrañamente rosados y unos tentáculos en vez de brazos, al igual que su contraparte de la cual estaba huyendo.
