Un nuevo mundo.

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La máquina había tenido un desperfecto. Se suponía qué con esto podría viajar a diferentes lugares del mundo con solo usar coordenadas, pero un jackbot había "accidentalmente" tomado un tornillo muy importante pensando que era basura. Así que, al momento de encenderla jack cayo de espaldas inconsciente cuando esta explotó.

Se suponía qué debía despertar en su habitación y comenzar desde cero nuevamente.

Pero todo fue oscuro y su cuerpo dolía como los mil demonios, no sabia la gravedad de su situación así que supuso qué era mala.

No recordaba del todo el orden de los sucesos antes de encender la maquina, debió hacer funcionado, todos hubieran aplaudido y luego cenarían pizza por sexta vez consecutiva. 

Así que cuando sus ojos finalmente se abrieron, se sentó en la cama frotándose los ojos, algo llamo su atención, parpadeando multiples veces. Su mano se veía distinta. 

Jack levantó sus manos frente a su rostro, su habitual color había desaparecido y su piel se veía un poco más viva. Se destapo sin cuidado, observando el resto, bastante normal a su parecer, todo es suyo... puede sentir que todo es suyo... pero a la vez no, como si todo a su alrededor fuera un hogar que no visitaba desde hace mucho, desde el tapizado hasta los accesorios más básicos, como si el jamás hubiera estado ahí.

¿Qué diablos?

Jack se levantó de la cama y se acercó al espejo del lugar, mirándose de pies a cabeza. No había marcas de maquillaje pero si de aceite seco y moretones, eso de cierta forma le alivio, sabiendo que al accidente fue real. 

¿Entonces por que se tan diferente?

No recordaba que su habitación se viese tan limpia y grande. Aunque en realidad... no parecía ser una habitación que se usaba mucho... 

Jack miró a los alrededores. Su casa, su habitación, su cuerpo.

Era él, pero a la vez no.

Chilló al darse cuenta de que esto no era un sueño y que de verdad estaba en un lugar extraño. Dio vueltas por el cuarto mil y un veces, casi arrancandose los cabellos.
Suspiró agotado, pensando en una forma de volver a casa. Si esto era lo que el pensaba entonces el otro Jack y él habían tenido la mala fortuna de coincidir en el experimento. 

La maquina funciono, definitivamente.

Con el infortunio de que ambas se encendieran al mismo tiempo.

Entonces, intentaría reparar la maquina y encontrar su hogar, era lo suficientemente inteligente para encontrarlo después de todo, aunque le costara años, no es como si le pesaran.

El muchacho se acerco al armario decidido a empezar su primer día en este mundo, casi gritando del horror al ver lo que había dentro de esta, ropa básica china. Dios debía ser un ser horrible en este mundo por que esto no era normal, esto era lo que un monje usaría. No podía ser cierto.

Buscó y buscó, dejando una montaña de ropa detrás de él, mordiéndose las uñas del estrés hasta llegar al fondo del armario. Una camiseta negra se asomo junto a unos pantalones del mismo color, sus ojos brillaron y levanto sus brazos hacia el cielo, aliviado.

Antes de regresar su mirada cansada a esta. Necesitaba comprar ropa. No usaría esta basura--

¡No no no no! 

Su conciencia le regañaba de intentar cambiar a este Jack. Se retorció en el pisó odiándose.

Vestirse tomo sorprendentemente muy poco tiempo, pero quiso innovar y arruinar un poco el rostro qué tenia al frente, obviamente había maquillaje el cual supuso era para cubrir los moretones. Qué extraño... El no hacia eso, al menos no desde hace mucho tiempo...

It's YOU but, its not YOU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora